Emmanuel Macron asumió hoy un nuevo mandato de cinco años, en medio de una fuerte división hacia su gobierno, y se comprometió a trabajar “sin descanso” en pos de una Francia “más independiente” y “más fuerte”, durante una ceremonia en el palacio del elíseo.
“Actuar sin descanso, con un rumbo, el de ser una nación más independiente, de vivir mejor y de construir nuestras respuestas francesas y europeas a los desafíos de nuestro siglo. Esta acción, como todos sabemos, llega en un momento de la vida de nuestra nación cuando hay muchos temores, así como división”, dijo Emmanuel Macron.
Tras la pasada elección presidencial donde derrotó al ultraderechista Marine Le Pen con un 58.55% de votos, 7.5% menor a los comicios de 2017, Macron se convirtió el 24 de abril en el primer mandatario en lograr la reelección en dos décadas.
Sin embargo, a poco más de un mes de las elecciones legislativas, en las que buscará renovar su mayoría parlamentaria, sondeos indican que gran parte de los franceses quiere que la pierda.
Su alianza de centro-derecha afrontará un frente de izquierdas, que busca impedir que Macron lleve a cabo polémicas reformas como el retraso de la edad de jubilación de 62 a 65 años, así como una extrema derecha fuerte.