La vida de las parejas del mismo sexo en Cuba dio un giro, tras años de lucha.
No era secreto que vivían bajo el mismo techo, pero ahora están amparadas por la ley.
“Hace muchos años venían personas a solicitar ejercer este derecho, de poderse casar y poder hacer bienes comunes y que fuera bien visto y realmente eso era necesario que llegara el momento”, expresó Judith Montes de Oca, jueza del Registro Civil de Cuba.
Parejas como la de Rocío Baró, quien hace unos días se casó con Evelin Rosales, forman parte de una serie de parejas que han contraído nupcias luego de que el 27 de septiembre entró en vigor el nuevo Código de las Familias, aprobado en referéndum.
El texto, debatido por meses, también permite que las parejas del mismo sexo adopten hijos o se apoyen en vientres subrogados, sin fines de lucro.
Derecho que favorece a las familias homoparentales, como las activistas Liuba Grajales y Lisset Díaz Vallejo, que tienen dos hijas: Laura, de 11 años, y Ainhoa, de tres.
Pero no todo ha sido miel sobre hojuelas:
El referéndum tuvo una fuerte resistencia de los opositores al gobierno del presidente Miguel Díaz-Canel, así como de grupos religiosos…
Pero, precisamente la pareja de activistas evangélicos, Lázaro González y Adiel González, rompieron esquemas.
“La orientación sexual no se elige, no se cambia y además yo estoy convencido de que a Dios no le importa en lo más mínimo”, dijo Adiel González, teólogo.
“Esto era una cosa que hacía falta porque en el amor cada cual tiene su ideal”, comentó por su parte Nérida González, madre de Lázaro González.
Cuba es el noveno país de América Latina en el que ya es legal el matrimonio igualitario.
Se une a Chile, Argentina, Uruguay, Brasil, Colombia, Ecuador, Costa Rica y varios estados en México.