La inflación más alta en cuatro décadas en Estados Unidos, obliga a miles de familias de escasos recursos a volver a depender de la ayuda social que brindan bancos de alimentos de instituciones no gubernamentales.
Las largas filas de vehículos afuera de los centros de distribución de despensas y alimentos, que se hizo viral en lo más álgido del desempleo durante la pandemia, vuelven ahora por otras razones.
El incremento de precios en productos de primera necesidad está quedando fuera del alcance de los salarios más bajos en Estados Unidos.
Contribuye a la crisis el fin de los apoyos económicos del gobierno por la pandemia y el alza en la gasolina.