
El presidente chileno, Gabriel Boric, y el juez español Baltasar Garzón, quien llamó a Pinochet en un tribunal en España en 1998, marcharon junto a 5 mil personas, para conmemorar los 50 años del golpe de Estado.
La protesta, realizada en el centro de Santiago de Chile, fue encabezada por familiares de las miles de víctimas y desaparecidos de la dictadura de Pinochet.
Tras la concurrida manifestación, encapuchados del llamado “bloque negro” vandalizaron los exteriores del Palacio de la Moneda.
El Cementerio Nacional, donde se encuentra el mausoleo a las víctimas del golpe de Estado de Pinochet. Fueron disueltos con camiones lanza agua y gases lacrimógenos.
El saldo es de 11 detenidos y seis policías heridos.
El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, llamó a celebrar “el compromiso chileno con la democracia y los derechos humanos, y enforcarse a construir un mundo “más justo, solidario y pacífico”.
Los manifestantes chocaron con la policía en los alrededores de la sede de gobierno y en el cementerio donde se levanta un memorial de las víctimas de la dictadura de Augusto Pinochet, el general que derrocó a Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973.

Temprano, un grupo de manifestantes destruyó con piedras y palos ventanales de La Moneda, rayó los muros con aerosol y tumbó las vallas que cercaban el recorrido de la protesta.
“Como Presidente de la República condeno categóricamente estos hechos sin ningún tipo de matiz. (…) Su irracionalidad de atacar aquello por lo que Allende y tantos otros demócratas lucharon es vil y ruin”, reaccionó el presidente Gabriel Boric en su cuenta de X.
Medio siglo después del golpe militar, Chile aún está dividido entre los que defienden y repudian la dictadura.
Hoy gobiernan los herederos políticos de Allende, pero el Partido Republicano, que reivindica el legado de Pinochet, ganó las recientes elecciones de los constituyentes que redactan un proyecto de Carta Fundamental que podría reemplazar a la que escribió la dictadura.
“Hemos retrocedido”
Pese a los disturbios, la marcha transcurrió con gente en las calles portando banderas chilenas, de partidos de izquierda y pancartas con consignas como “Verdad y justicia ahora” y “Allende vive”.
“El 11 de septiembre es una fecha que nos llena de recuerdos, pero que nos da un poco de angustia, porque en vez de avanzar hemos retrocedido”, dijo Patricia Garzón (76), exprisionera política y pareja de un asesinado por la dictadura.
A primera hora del domingo, Boric inauguró junto a la familia de Allende una instalación en la puerta peatonal de La Moneda, en la calle Morandé, por donde fue sacado el cadáver del gobernante tras suicidarse de un balazo.
En el marco de la exposición “El caminar de un demócrata” se exhiben en una vitrina los zapatos que calzaba Allende durante el golpe de Estado, día en el que la Fuerza Aérea bombardeó el palacio de La Moneda.