Al menos un muerto dejó el miércoles un enfrentamiento entre manifestantes y policías en Macusani, en el sur de Perú, aumentando la tensión en vísperas de una gran marcha en la que se prevé que acudan cientos de personas venidas de los Andes hasta la capital, Lima, para pedir la dimisión de la presidenta del país.
Con este deceso asciende a 43 el número de fallecidos desde que se inició la crisis el 7 de diciembre.
“A las 18:20 horas, una persona de sexo femenino de alrededor de 35 años, que no presentaba signos vitales, llegó a urgencias”, señaló en un comunicado el hospital San Martín de Porres de Macusani, ciudad andina de la región de Puno, cerca de la frontera con Bolivia.
El comunicado también mencionó un “pronóstico reservado” para un hombre de 30 años herido en el tórax.
Según las fotografías difundidas por medios locales, la Comisaría de la ciudad fue quemada durante los enfrentamientos.
“Agentes de policía fueron rescatados por un helicóptero para salvar sus vidas durante el ataque a la comisaría“, señaló el canal N de televisión, sin mostrar imágenes.
Nuevas elecciones en Perú
Los manifestantes reclaman la renuncia de la presidenta, Dina Boluarte, así como nuevas elecciones en Perú.
Convocaron a una huelga general este jueves, pero sobre todo a una gran concentración en Lima, donde convergieron miles de campesinos de los Andes en los últimos días. Esperan “tomar Lima” y causar impacto.
“En Lima, la lucha tendrá más peso. Cuando nos reprimen en nuestras regiones, nadie lo menciona”, aseguró Abdon Félix Flores, de 30 años, un campesino que se dice listo “a dar su vida”.
Flores salió el domingo de Andahuaylas, epicentro de las manifestaciones en diciembre, para llegar a Lima el martes.
Ha sido imposible conocer, hasta el momento, el alcance de la movilización y cuántas personas llegaron a Lima, pese a los diversos anuncios que circulan.
Antes de que fuera anunciada la muerte en Macusani, el miércoles por la noche, el secretario general de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) dio una conferencia de prensa.
La lucha del pueblo peruano no acaba mañana, la lucha va a continuar si es que se pretende que la señora Dina Boluarte no escuche al pueblo. Es una movilización justa, democrática, de ciudadanos que han llegado de las regiones y también de acá, de Lima, donde están exigiendo la renuncia inmediata de Dina Boluarte, convocatoria a nuevas elecciones este año 2023 y el cierre del Congreso comentó Gerónimo López, quien convocó a la huelga.
Asimismo, señaló que es una huelga cívica popular nacional con movilizaciones pacíficas de organizaciones de diferentes regiones, evitando todo acto de vandalismo.
Aunque el Gobierno decretó el domingo un estado de emergencia por 30 días en Lima, Cuzco, Callao y Puno (donde se encuentra Macusani), el dirigente sindical precisó que los organizadores no solicitaron autorización para la concentración.
“No hay autorización de la policía, nunca se pide autorización para una manifestación social, no es una obligación que nos autoricen”, aseguró, a pesar de que el estado de emergencia suspende las libertades de reunión y circulación, además de permitir la intervención del ejército para el mantenimiento del orden.
Intensas protestas desde el 7 de diciembre
Perú vive intensas protestas desde que el 7 de diciembre fue destituido por el Congreso el presidente izquierdista Pedro Castillo y arrestado por un fallido golpe de Estado con el cual intentó cerrar el Parlamento, gobernar por decretos y convocar a una Asamblea Constituyente.
La crisis también refleja la inmensa brecha que existe entre la capital y las provincias pobres que respaldan al presidente Castillo, de origen indígena, y que veían en su elección una forma de revancha contra el desprecio de Lima.
Sabemos que quieren tomar Lima por todo lo que está saliendo en las redes el 18 y 19, yo los llamo a tomar Lima, sí, pero en paz, en calma señaló la presidenta Boluarte.
Boluarte era la vicepresidenta de Castillo, al que reemplazó según ordena la Constitución, y proviene del mismo partido, pero es vista como una “traidora” por los manifestantes.
Las autoridades han previsto un importante dispositivo de seguridad en vista de la gran concentración. Varias pequeñas manifestaciones en Lima fueron vigiladas de cerca por la fuerza pública.
Varias estatuas y monumentos del centro de la capital estaban envueltos en lonas de plástico para protegerlos de eventuales daños.