Con el año nuevo entraron en vigor 700 leyes laborales estatales, que en su mayoría benefician a los trabajadores migrantes indocumentados en California, Estados Unidos.
Entre ellas, la ley que fija el salario mínimo en 15 dólares la hora para empresas con más de 26 empleados, y 14 dólares para quienes tienen menos gente. A nivel federal, esta percepción es de siete dólares con 25 centavos.
“Es súper emocionante para mí y todos los trabajadores que tenemos la misma necesidad”, Imelda Rosales, activista.
Legalmente queda prohibido el trabajo por destajo en la industria de la confección, por lo tanto, las costureras cobrarán por hora y no por pieza elaborada, como tradicionalmente ocurría.
En los almacenes no habrá cuotas de producción o velocidad como condición para tomar descansos.
Los trabajadores despedidos a causa de la pandemia serán recontratados por el empleador y respetarán su antigüedad.
Otra ley dispone la obligatoriedad de más medidas de seguridad para trabajadores agrícolas y de almacenes, para evitar contagios de COVID.
Los empleadores deberán cumplir protocolos para evitar conductas racistas y de abuso sexual contra los trabajadores.