El Gobierno español anunció este martes ayuda por 10 mil 600 millones de euros (11 mil 550 millones de dólares) para las personas y negocios afectados por las inundaciones que golpearon hace una semana, y que dejaron cientos de muertos y múltiples desaparecidos.
La cifra provisional de fallecidos por la catástrofe se elevó a 219, de los cuales 214 eran de la región de Valencia, la más afectada, donde también hay 89 desaparecidos, según indicaron autoridades; se trata de la primera cifra divulgada sobre las personas no encontradas hasta el momento.
“Las oficinas mixtas de forenses y fuerzas de seguridad contabilizan 89 casos de desaparecidos”, informó en la red social X el Tribunal Superior de Justicia de la región de Valencia, quien precisó que ese número corresponde a denuncias en las que los familiares han aportado muestras biológicas que puedan facilitar la identificación.
Ante la magnitud de la catástrofe provocada por la DANA, el Ejecutivo procedió a activar ayuda directa a los ciudadanos y a las empresas afectadas.
“Tal como hicimos durante la pandemia, con el menor papeleo posible y con la mayor celeridad y agilidad posible”, declaró el presidente de Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, en rueda de prensa tras un Consejo de ministros.
“Lo que quiere la ciudadanía es ver a sus instituciones no peleadas, sino trabajando codo con codo”, prosiguió, en momentos en que el Gobierno central y el de la región de Valencia, dirigido por la oposición de derecha, han sido objeto de fuertes críticas desde hace días por su gestión del desastre.
Sánchez desveló una serie de medidas que incluyen ayuda directa para cerca de “65 mil autónomos y 30 mil empresas”, así como la cobertura del 100% de los gastos de los ayuntamientos para limpiar sus calles, todavía llenas de escombros.
La inversión total de todas estas primeras medidas adoptadas va a superar los 10 mil 600 millones de euros, declaró el dirigente socialista.
Según el Ejecutivo, se ha restablecido la electricidad en el 98% de las viviendas y se han reparado el 68% de las líneas telefónicas dañadas. Además, se repararon 40 kilómetros de carreteras y 74 kilómetros de vías férreas.
“El cambio climático mata y lo estamos viendo, por desgracia, y tenemos que adaptarnos a esta realidad”, subrayó Sánchez, quien criticó a “los negacionistas” del calentamiento global.
“Bien no estamos”
En el terreno, sin embargo, la situación seguía siendo muy complicada una semana después de la catástrofe provocada el martes pasado por tormentosas precipitaciones, que cayeron en algunos lugares en la misma cantidad que en todo un año.
En Paiporta, una localidad cerca de la ciudad de Valencia, que da nombre a la región, considerada el epicentro de la catástrofe con más de 70 fallecidos, los vecinos ya tienen agua potable, pero las calles siguen atascadas de vehículos apilados por la fuerza de las aguas.
“Estamos mejor, pero bien no estamos”, resumió Maribel Albalat, alcaldesa de Paiporta.
“Necesitamos maquinaria, necesitamos gente profesional que venga a limpiar las calles, para que las personas puedan bajar y puedan empezar a levantar sus casas, sus negocios”, agregó la alcaldesa.
La exasperación de la población se vio en toda su amplitud el domingo, cuando una comitiva con los reyes de España, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente regional de Valencia, Carlos Mazón, fue recibida en Paiporta con gritos de “asesinos” y con lanzamiento de bolas de barro, palos y otros objetos.
“Los juzgados ya han autorizado la entrega de cerca de medio centenar de cadáveres de los fallecidos a sus familiares”, indicó el Tribunal Superior de Justicia de Valencia en la red social X.
La prioridad sigue siendo aún la localización de los desaparecidos, cuyo número exacto no ha sido comunicado.
Las operaciones de búsqueda de víctimas se centran los últimos días en estacionamientos y construcciones subterráneas, que se inundaron completamente.