España llamó a considerar el coronavirus como una
enfermedad endémica, una posición que la
Organización Mundial de la Salud (
OMS) y varios expertos consideran prematura, pero que ha abierto el debate entre unos gobiernos necesitados de normalidad y una comunidad médica que defiende mantener la guardia alta.
El Gobierno de izquierda español ha sido el que ha hablado más abiertamente de dar pasos para empezar a considerar el coronavirus como una enfermedad con la que convivir normalmente, como la gripe, siempre matizando que no es un paso inminente.
España trabaja con la comunidad científica para, cuando llegue el momento, pasar de una gestión de la pandemia a la gestión de una enfermedad que esperemos que la ciencia pueda convertir en endémica”, dijo el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.
La variante del coronavirus
Ómicron ha multiplicado los casos como no lo había hecho ninguna, pero sin tantas muertes ni hospitalizaciones, lo que ha llevado a muchos gobiernos a suavizar las restricciones en plena sexta ola, dando pasos en la dirección a la que apunta España.
Sin embargo, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS),
Tedros Adhanom Ghebreyesus, replicó el martes que la pandemia “está lejos de haber terminado”, avisando de que “es probable que surjan nuevas variantes”.
La OMS avisó también contra la tentación de restarle importancia a una
enfermedad endémica.
Endémico en sí mismo no significa que sea bueno; endémico sólo significa que está aquí para siempre”, dijo el martes el director de emergencias de la OMS, Michael Ryan.
España está en una buena posición para abrir el debate, al contar con una de las tasas de vacunación más altas del mundo,
con 90.5% de su población mayor de 12 años totalmente inmunizada.