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España da por finalizada la peor ola de incendios de su historia

España cierra agosto con 300 mil hectáreas arrasadas y cuatro muertos en su peor ola de incendios forestales de la historia.

España da por concluida la peor ola de incendios forestales de su historia reciente. Durante 17 días, el fuego dejó un saldo trágico de cuatro fallecidos y más de 300 mil hectáreas arrasadas en distintos puntos del país.

Según informó Virginia Barcones, directora de Protección Civil, tras más de 20 días de trabajo continuo, el episodio ha sido controlado y el país pasa de la fase de preemergencia a “alerta y seguimiento“.

El Comité Estatal de Coordinación (Cecod) determinó anoche que las condiciones habían mejorado lo suficiente para rebajar el nivel de riesgo, lo que supone un respiro tras semanas de devastación.

Galicia libre de fuego

Uno de los hitos de esta jornada es que Galicia quedó libre de incendios activos, luego de extinguirse los tres megaincendios que devastaron más de 78 mil hectáreas en la región.

En contraste, sólo permanecen tres fuegos operativos en León, con la Unidad Militar de Emergencias realizando labores de control y enfriamiento en la zona.

El peor momento de esta ola se registró el 16 de agosto, cuando se contabilizaron 23 incendios activos de manera simultánea en cinco comunidades autónomas, siendo Castilla y León y Galicia las más afectadas.

La magnitud de los siniestros obligó a España a activar mecanismos europeos de protección civil. Diez países ofrecieron ayuda, entre ellos Francia, Italia y Alemania, aportando tanto medios aéreos como terrestres. En el pico de la emergencia, llegaron a operar 53 aeronaves en un solo día.

Además, la UME desplegó más de 5 mil 700 militares y 2 mil equipos en 47 operaciones, mientras Guardia Civil y Policía participaron con 5 mil 500 efectivos que realizaron más de 35 mil evacuaciones.

Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), los incendios se vieron potenciados por una anomalía meteorológica. La ola de calor iniciada a finales de julio fue la más intensa desde 1975 y estuvo acompañada de vientos fuertes y tormentas secas, que complicaron la estabilización de los incendios.

La combinación de altas temperaturas, baja humedad y rachas de viento creó un escenario propicio para la propagación rápida del fuego, con jornadas especialmente críticas los días 12 y 13 de agosto.

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