Estados Unidos declaró formalmente como genocidio el asesinato de millón y medio de armenios por las fuerzas del Imperio Otomano entre 1915 y 1917.
El término fue evadido durante décadas por la Casa Blanca para evitar una confrontación con Turquía, su aliado en la OTAN. Pero el presidente Joe Biden emitió una declaración este sábado en la conmemoración anual de esos hechos.
Era el ocaso del imperio otomano que con su poderío militar extinguió a dos de cada tres ciudadanos armenios.
Los armenios fuimos asesinados como moscas. Hemos sido perseguidos de diversas formas. Fuimos eliminados con todo tipo de armas”, testimonio de sobreviviente en el filme “El genocidio armenio” de 2005.
Hoy recordamos las vidas de todos los que murieron en el genocidio armenio de la era otomana y nos comprometemos a evitar que una atrocidad semejante vuelva a ocurrir, dijo Biden.
Turquía reaccionó airadamente. El presidente, Recep Tayyip Erdogan, acusó la declaración estadounidense de injerencista y pidió no politizar un debate que corresponde a los historiadores.
El gobierno de Armenia se mostró agradecido con la posición de Biden, como un paso hacia “la restauración de la verdad y la justicia histórica”.