El Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó formalmente a cuatro ciudadanos extranjeros de Bulgaria, Kenia, Uganda y Tanzania de conspirar para distribuir cocaína, y de vender armas de uso militar a cárteles de la droga, en particular al de Jalisco Nueva Generación en México, con un valor de 58 millones de dólares.
La investigación de los fiscales los vinculan a una red internacional que desde septiembre de 2002, suministró rifles de alto poder, granadas, minas antipersonales, equipos de visión nocturna, equipo antiaéreo y misiles a ese cártel.
Tres de los cuatro acusados están detenidos en Estados Unidos en espera de juicio en un tribunal del estado de Virginia.
Podrían ser sentenciados desde 10 años de cárcel hasta cadena perpetua si son declarados culpables. Otro acusado se encuentra prófugo.