El ejército estadounidense llevó a cabo este domingo ataques masivos contra más de 75 objetivos del Estado Islámico (EI) en Siria, golpeando líderes, instalaciones y campos operativos del grupo.
Según el Comando Central, las acciones involucraron aeronaves como B-52, F-15 y A-10, en una operación que refuerza la postura de Washington contra el terrorismo.
Reacción de Biden tras el derrocamiento de Asad
El presidente Joe Biden calificó la caída del régimen de Bashar al Asad como un “acto fundamental de justicia” y una “oportunidad histórica” para reconstruir Siria.
Desde la Casa Blanca, Biden aseguró que el líder derrocado “debería rendir cuentas” por las atrocidades cometidas durante su mandato.
Además, el mandatario anunció el compromiso de Estados Unidos para trabajar con los grupos sirios en una transición hacia un Gobierno independiente y con una nueva Constitución, aunque advirtió que algunos de estos grupos tienen un historial preocupante de abusos y terrorismo.
Compromiso contra el resurgimiento del EI
Biden subrayó que Estados Unidos no permitirá que el Estado Islámico aproveche el vacío político para fortalecerse.
“Seguiremos vigilantes para evitar que ese grupo extremista se restablezca en Siria”, declaró.
Los recientes bombardeos destacan el compromiso de la administración Biden de enfrentar amenazas terroristas, incluso mientras se prepara para la transición presidencial con Donald Trump retomando el cargo el próximo 20 de enero.
Impacto y próximos pasos
La situación en Siria se perfila como un desafío para la comunidad internacional.
Estados Unidos promete respaldo a la reconstrucción del país, aunque la compleja composición de la coalición rebelde plantea interrogantes sobre el futuro político de la región.