Las y los jóvenes que estudian y trabajan en Estados Unidos, conocidos como dreamers, enfrentan un futuro incierto debido a que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) les pidió que se autodeporten a sus países de origen, mediante la aplicación CBP Home.
Las autoridades aseguran que las y los dreamers no están automáticamente protegidos de ser deportados. Argumentan que el programa “no otorga ningún tipo de estatus legal en Estados Unidos”.
Además, advierten que cualquiera persona beneficiaria de DACA (programa creado en 2012 que brinda protección contra la deportación a las personas que arribaron a Estados Unidos cuando aún eran menores de edad) puede ser arrestada o deportada si llega a cometer un delito o infracción de tráfico.
De los 525 mil dreamers que hay en Estados Unidos, la mayoría son personas mexicanas. Ante ello, la congresista demócrata Silvia García calificó de “cruel y cobarde” que el gobierno del presidente Donald Trump pretenda deportar a las y los dreamers.
Además, recordó que estas y estos jóvenes contribuyen a la economía, trabajan y estudian y que por estos motivos, las personas estadounidenses los apoyan.
Con una fuerte retórica antimigrante, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hizo un llamado en sus redes sociales a la ciudadanía a formar parte del Servicio de Migración.