El Gobierno de Estados Unidos conformó una fuerza de tarea que operará en cinco ciudades para frenar la venta ilegal y tráfico de armas, además de perseguir a intermediarios que venden armamento a delincuentes.
Agentes del FBI y la Agencia de Armas, Tabaco y Alcohol serán desplegados en Chicago, Nueva York, Los Ángeles, San Francisco y Washington, metrópolis donde es más fácil comprar un arma de fuego.
Es parte de la iniciativa contra el crimen, anunciada en mayo, que se enfoca en la aplicación de la Ley, construir la confianza en las comunidades, sin la cual nuestros esfuerzos no tendrán éxito y dar fondos a estas comunidades para prevenir el delito”, expuso Merrick Garland, fiscal general de Estados Unidos.
En Estados Unidos, los fabricantes de armas inundaron el mercado con dos millones de unidades, solo en enero de este año, de acuerdo con la Federación Nacional de Deportes de Tiro.
Esto significa un aumento de 75% de las ventas, en línea o de forma presencial, respecto al mismo mes de 2020.
Este aumento está amparado en leyes poco estrictas para regular la compraventa de armas en 34 de los 50 estados de este país.