El Departamento de Estado de Estados Unidos sancionó este jueves a 43 personas responsables de socavar la democracia en Bielorrusia, entre ellas funcionarios de alto rango judiciales, líderes policiales, jueces y fiscales, que ahora serán inelegibles para ingresar al país.
Con estas sanciones, Estados Unidos impone restricciones de visado a 43 nuevos funcionarios que apoyan la represión violenta del régimen del presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko.
En la lista de estos nuevos sancionados figuran funcionarios de alto rango del sector judicial, líderes policiales que detuvo y abusó de manifestantes pacíficos, jueces y fiscales involucrados en condenar a periodistas y manifestantes pacíficos a penas de prisión y administradores académicos que amenazaron a los estudiantes por participar en protestas pacíficas.
Estas 43 personas sancionadas se suman a otras 66 que habían recibido este tipo de medidas por parte de Estados Unidos desde los polémicos comicios, también por ser consideradas responsables de socavar la democracia bielorrusa.
A través de un comunicado, el secretario de Estado, Antony Blinken, dijo que Estados Unidos sigue alarmado por la continua represión violenta del régimen de Lukashenko contra manifestantes pacíficos, activistas a favor de la democracia y periodistas.
Además, hizo referencia a las redadas del 16 de febrero contra una organización de Derechos Humanos, trabajadores sindicales independientes y contra la Asociación de Periodistas del país, así como a la reciente sentencia emitida este jueves contra las periodistas Katsiaryna Andreyeva y Darya Chultsova.
Un tribunal bielorruso las condenó a dos años de cárcel, estaban acusadas de violar el orden público por transmitir las protestas que se extendieron por el país en 2020 a raíz de las controvertidas elecciones en las que se impuso de nuevo Lukashenko.
Según el secretario de Estado, estos recientes acontecimientos son particularmente problemáticos.
Asimismo, reiteró el apoyo de Estados Unidos a los esfuerzos internacionales para investigar de forma independiente las irregularidades en Bielorrusia, los abusos de Derechos Humanos tras las elecciones y la represión que aconteció.
También volvió a insistir en el derecho a unas elecciones libres y justas en Bielorrusia.