En medio del dolor, en Uvalde, Texas, inició la entrega de los cuerpos de las 21 víctimas que murieron en el tiroteo del martes pasado en una escuela primaria.
También hay mucha indignación. Los habitantes cuestionan por qué la policía tardó una hora en ingresar al salón donde Salvador Ramos se encerró y mató a 19 niños y dos profesoras.
Y es que, al enterarse de la situación, algunos padres llegaron a la escuela y suplicaron a los agentes que ingresaran, pero no fueron escuchados.
Por otra parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, viajará en los próximos días a Texas junto a la primera dama, Jill Biden, para ofrecer su apoyo a las familias de los asesinados en el tiroteo.
“Viajaremos a Texas en los próximos días para reunirnos con las familias y con suerte ofrecer algo de consuelo a una comunidad conmocionada, dolida y traumatizada”, dijo el presidente al presentar una orden ejecutiva para reformar los protocolos de las fuerzas de seguridad federales.
El martes por la tarde, Salvador Ramos, de 18 años, armado con un rifle automático, asesinó a 19 niños y dos maestras en una escuela primaria de la localidad texana de Uvalde, antes de ser abatido por disparos de la policía.