Estados Unidos empezó este sábado a lanzar raciones de alimentos desde el aire para la población de la Franja de Gaza, que según la ONU está en riesgo de hambruna tras casi cinco meses de conflicto entre Israel y el movimiento palestino Hamás.
La entrega realizada por la Fuerza Aérea estadounidense se produce dos días después de que los soldados israelíes dispararon contra una muchedumbre hambrienta que se abalanzó sobre un convoy de ayuda humanitaria en el norte de Gaza.
Según Hamás, que gobierna en Gaza, 116 personas murieron ese día.
Varios países lanzaron en los últimos días paquetes con ayuda humanitaria desde el aire debido a las dificultades para acceder a este territorio palestino, que está bajo asedio de Israel desde el 9 de octubre, dos días después del inicio del conflicto.
Entre los países que lanzaron cargamentos está Jordania, con el apoyo de Francia, los Países Bajos, el Reino Unido y Egipto que contó con la cooperación de los Emiratos Árabes Unidos.
El Comité Internacional de Rescate advirtió que la entrega aérea de ayuda “no puede ni debe sustituir al acceso humanitario”.
Hisham Abu Eid, un habitante de 28 años del barrio de Zeitun, en Ciudad de Gaza, contó que recibió sacos de harina el jueves, “pero esto no basta. Todo el mundo tiene hambre. La ayuda es escasa e insuficiente”, afirmó.
La ayuda humanitaria es a cuentagotas
Este sábado, el ejército israelí continuó bombardeando la Franja de Gaza, causando al menos 92 muertos en las últimas 24 horas, según el Ministerio de Salud de este territorio palestino.
Más tarde el Ministerio informó que 11 personas murieron y otras 50 fueron heridas en un bombardeo israelí contra un campamento de desplazados cerca de un hospital en Rafah, en el sur de Gaza.
El conflicto entre Israel y Hamás estalló el 7 de octubre, cuando comandos islamistas mataron a cerca de mil 160 personas, la mayoría civiles, y secuestraron a unas 250 en el sur de Israel, según un recuento de AFP basado en datos israelíes.
Una tregua de una semana en noviembre permitió canjear a un centenar de rehenes por 240 presos palestinos, e Israel estima que unas 130 personas permanecen cautivas, 30 de las cuales habrían muerto desde entonces.
En respuesta, Israel lanzó una ofensiva para “aniquilar” a Hamás, un movimiento al que cataloga, al igual que Estados Unidos y la UE, como organización “terrorista”.
En las últimas horas Israel prosiguió con sus bombardeos en Gaza, sobre todo en Jan Yunis y en Rafah, en el sur del territorio, en una ofensiva que hasta ahora ha matado a 30 mil 320 personas, sobre todo mujeres y menores, según Hamás.
Desde el inicio del conflicto la ayuda humanitaria por vía terrestre llega a cuentagotas por Rafah, ya que está supeditada a la autorización de Israel, que impone un bloqueo en Gaza desde 2007.
Según la ONU, 2.2 millones de los 2.4 millones de habitantes de este estrecho territorio están amenazados por la hambruna tras casi cinco meses de conflicto.
En los últimos días, 13 niños murieron de “desnutrición y deshidratación”, según las autoridades de salud de Hamás. El Comando Central estadounidense en la región (CENTCOM) informó en un comunicado que tres aviones militares de carga C-130 “arrojaron más de 38 mil raciones a lo largo de la costa de Gaza”.
Un gran número de heridos de bala
El jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, calificó como “inaceptable” que los soldados israelíes dispararan a civiles que intentaban obtener comida y pidió “una investigación internacional imparcial” sobre la tragedia del jueves.
Un equipo de la ONU visitó el viernes el hospital Al Shifa de la Ciudad de Gaza, adonde ingresaron decenas de heridos en el incidente. Allí vieron “un gran número de heridos de bala”, declaró Stéphane Dujarric, el portavoz del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres.
La comunidad internacional pidió que se investiguen estos hechos e instó a un alto el fuego inmediato en la guerra.
Sigue negociación para una tregua
En el plano diplomático, Qatar, Estados Unidos y Egipto llevan semanas intentando llegar a un acuerdo sobre una tregua de seis semanas, que incluya la liberación de rehenes a cambio de prisioneros palestinos y la entrada de grandes cantidades de ayuda en Gaza.
El viernes, el presidente de Estados Unidos Joe Biden admitió que la tragedia ocurrida durante la distribución de ayuda complica las negociaciones de una tregua, pero afirmó “esperar” que se logre un acuerdo en ese sentido antes de que empiece el ramadán entorno al 10 de marzo.
Una delegación de Hamás viajará este sábado a El Cairo para seguir con las negociaciones, informó a AFP una fuente cercana al movimiento palestino.
Un alto funcionario estadounidense aseguró que un acuerdo de tregua estaba “sobre la mesa” y que ahora “la pelota está en el campo de Hamás”.