La emergencia nacional de Estados Unidos para responder a la pandemia de COVID-19 terminó cuando el presidente Joe Biden firmó una resolución bipartidista del Congreso para ponerle fin después de tres años, semanas antes de que expirara junto con una ley de salud pública separada de emergencia.
La emergencia nacional permitió al Gobierno tomar medidas radicales para responder al virus y apoyar los sistemas económicos, de salud y de bienestar del país. Algunas de las medidas de emergencia fueron eliminadas.
La emergencia de salud pública, que sustenta las estrictas restricciones de migración en la frontera entre Estados Unidos y México, expirará el 11 de mayo.
Así, la Casa Blanca dijo que Biden firmó la medida a puerta cerrada, después de haberse opuesto públicamente a la resolución, aunque no hasta el punto de emitir un veto.
Además, la administración dijo que una vez que quedó claro que el Congreso se estaba moviendo para acelerar el final de la emergencia nacional, trabajó para acelerar los preparativos de la agencia para volver a los procedimientos normales.
Entre los cambios están que el programa de indulgencia hipotecaria COVID-19 del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano está programado para finalizar a fines de mayo y que el Departamento de Asuntos de Veteranos ahora está volviendo al requisito de visitas en el hogar para determinar la elegibilidad para la asistencia del cuidador.
Atención médica
El año pasado, las y los legisladores extendieron por otros dos años las flexibilidades de telesalud que se introdujeron cuando llegó la pandemia, lo que llevó a los sistemas de atención médica de todo el país a brindar atención periódica por teléfono inteligente o computadora.
Más de 1.13 millones de personas han muerto a causa de COVID-19 en los últimos tres años, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, incluidas mil 773 personas en la semana que terminó el 5 de abril.
El secretario de Salud y Servicios Humanos del entonces presidente Donald Trump, Alex Azar, declaró por primera vez una emergencia de salud pública el 31 de enero de 2020 y Trump declaró la pandemia de COVID-19 una emergencia nacional en marzo.
En este contexto, Biden ha extendido repetidamente las emergencias desde que asumió el cargo en enero de 2021 y amplió el uso de los poderes de emergencia después de ingresar a la Casa Blanca.
