Estados Unidos impuso sanciones económicas este viernes al grupo narcotraficante guatemalteco Los Huistas, vinculado a los cárteles mexicanos, y ofreció una recompensa por información que permita detener a su líder.
Washington ofrece hasta 10 millones de dólares por cualquier información que conduzca a la detención o condena del narcotraficante guatemalteco Eugenio Darío Molina-López “Molina”, líder Los Huistas, radicados en el departamento de Huehuetenango, Guatemala, según un comunicado del Departamento de Estado.
El gobierno estadounidense afirma colaborar con las autoridades de Guatemala para llevar a Molina ante la justicia y lo pone como un ejemplo más “del enfoque coordinado para combatir el crimen organizado trasnacional en América Central”.
Además, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro afirmó en otro comunicado haber impuesto sanciones económicas a Molina, a Alec Baldomero Samayoa Recinos (alias Chicharra) y a otras personas relacionadas con el grupo “por tráfico de drogas”.
Grupos criminales como Los Huistas contribuyen a la inestabilidad en Guatemala y la región”, afirmó el subsecretario del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera, Brian Nelson.
Desde al menos 2012, Molina López y Samayoa Recinos lideran Los Huistas, que trafican con cocaína, metanfetamina y heroína desde su base en el norte de Guatemala hacia Estados Unidos a través de organizaciones mexicanas como los carteles de Sinaloa y de Jalisco Nueva Generación (CJNG), afirma el comunicado.
Los Huistas también producen heroína y metanfetamina para exportar a Estados Unidos, donde con frecuencia se consumen mezcladas con fentanilo, lo que puede aumentar significativamente la posibilidad de sobredosis y muerte.
Este cartel guatemalteco controla los campos de cultivo de amapola en la región montañosa que abarca los departamentos de Huehuetenango y San Marcos y ha importado precursores químicos de China para fabricar metanfetamina, afirma el comunicado, que lo acusa asimismo de lavado de dinero.
Molina-López supervisa directamente todas las operaciones, especialmente el tráfico de toneladas de cocaína desde América del Sur y Central hacia México, y Samayoa Recinos coordina el transporte de los cargamentos desde Huehuetenango hacia el estado mexicano de Chiapas y las actividades de lavado de dinero.