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EUA se está convirtiendo en el mayor paraíso fiscal del mundo

FOTO: EFE

Uno de los crecientes reclamos sociales en Estados Unidos es el aumento de la desigualdad, un fenómeno que se agrava con las políticas económicas impulsadas durante la administración de Donald Trump, advierten especialistas.

Entre ellas, destacan medidas que convierten rápidamente a ese país en uno de los mayores paraísos fiscales del planeta.

El Premio Nobel de Economía Joseph E. Stiglitz denunció que Trump “está convirtiendo vertiginosamente a Estados Unidos en el mayor paraíso fiscal de la historia”, como resultado de una estrategia que favorece la evasión fiscal, reduce los ingresos públicos y concentra la riqueza.

Contrario al imaginario popular, los paraísos fiscales no se limitan a territorios exóticos. El concepto aplica también a países o regiones que ofrecen baja o nula tributación, secretismo bancario, regulación financiera laxa y facilidades para crear empresas fantasma. En la actualidad, los principales centros de este tipo son:

Desde su primer mandato, Trump acentuó esta tendencia con políticas como el Tax Cuts and Jobs Act, un recorte fiscal para los sectores más ricos que, según la Oficina de Presupuesto del Congreso, costará 1.9 billones de dólares en una década.

También desmanteló la Ley Dodd-Frank, diseñada para prevenir una nueva crisis financiera, y limitó la aplicación de la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero.

Además, impulsó la desregulación de las criptomonedas, lo que ha facilitado su uso en esquemas de evasión fiscal y protección de activos.

Según los Pandora Papers (2021), estas monedas digitales, por su anonimato y operación fuera del sistema financiero tradicional, son herramientas clave para la operación de empresas offshore y ocultamiento de capitales.

Durante una comparecencia ante el Senado, el excomisionado del Servicio de Impuestos Internos (IRS), Charles Rosotti, estimó que personas estadounidenses esconden hasta 2 billones de dólares en paraísos fiscales, lo que podría derivar en una brecha fiscal acumulada de 7.5 billones de dólares en los próximos 10 años.

Según el índice de Gini, el coeficiente de desigualdad de Estados Unidos alcanzó en 2023 un nivel de 0.494, el más alto desde 1963.

Para Stiglitz y otros economistas, el problema estructural no son los migrantes ni el déficit comercial, sino la arquitectura fiscal diseñada para proteger a las grandes fortunas, mientras las mayorías cargan con el costo del sistema.

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