En un cambio radical de la política migratoria de Estados Unidos, el Departamento de Seguridad Nacional ordenó ya no realizar redadas para detener a indocumentados en sus lugares de trabajo.
La medida beneficia a empleados de los sectores de servicios, industria alimentaria, construcción y agrícola.
Seguimos trabajando de sol a sol en altas temperaturas y en bajas también. Echándole muchas ganas para que todas sus frutas y verduras lleguen a su mesa”, trabajadora agrícola.
El Servicio de Inmigración tiene la instrucción de privilegiar el arresto de migrantes irregulares con antecedentes penales, a quienes hayan cruzado la frontera recientemente, pero también evitar que los obreros sean explotados por los patrones.
Sin arrestos y con la confianza de acudir a trabajar, los migrantes continuarán el envío de remesas a sus países de origen.
Esta cantidad enorme de migrantes que está dando riqueza al gobierno de México por medio de las remesas y a los otros países de donde viene la gran cantidad de migrantes de América Latina”, Armando Vásquez, académico de la Universidad de California.
Esta orden se aplica en todo el país y fortalece a ciudades como Chicago, Nueva York o Berkeley, California, para mantenerse como ciudades “santuario”.
Ningún agente de policía de la ciudad está en ninguna investigación. No proporcionamos ningún registro, ni acceso a instalaciones, a menos que exista una orden emitida por un juez”, Jesse Arreguín, alcalde de Berkeley, California.
Las redadas en centros de trabajo fueron continuas durante las administraciones de los expresidentes, George W. Bush, y Barack Obama.