El presidente estadounidense, Joe Biden, y su homólogo alemán, el canciller Olaf Scholz, acordaron enviar vehículos blindados de combate destinados a la infantería para ayudar a Ucrania en su lucha contra la invasión rusa, anunció la Casa Blanca.
“Estados Unidos tiene la intención de proporcionar a Ucrania vehículos de combate de infantería Bradley, y Alemania tiene la intención de entregar a Ucrania vehículos de combate Marder. Ambos países planean entrenar a las fuerzas ucranianas en los sistemas respectivos”, indicó la Casa Blanca en un comunicado.
Además, Olaf Scholz comentó que “a finales de diciembre, Estados Unidos anunció la donación de una batería de misiles de defensa aérea Patriot a Ucrania. Alemania se unirá a Estados Unidos en el suministro de una batería adicional de defensa aérea Patriot a Ucrania”.
Putin ordena un cese el fuego
El presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó este jueves a sus tropas aplicar un cese el fuego en Ucrania el 6 y 7 de enero para la Navidad ortodoxa, la primera tregua desde el inicio del conflicto hace casi un año.
El anuncio se produce después de que el patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa Kirill, de 76 años, llamara a cesar los combates en vísperas de la Navidad ortodoxa, que se celebra el sábado.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, también pidió en una conversación telefónica con su par ruso aplicar un “cese el fuego unilateral” para iniciar negociaciones de paz con Kiev.
“Teniendo en cuenta el llamado de su santidad el patriarca Kirill, instruí al ministro de Defensa que ordene un régimen de cese el fuego en toda la línea de contacto entre los bandos en Ucrania”, anunció el Kremlin en un comunicado.
Putin pidió a las tropas ucranianas respetar la tregua para que los que profesan la fe ortodoxa -mayoritaria en Ucrania y en Rusia- puedan “asistir a los servicios religiosos en la víspera de Navidad, así como en el Día de la Natividad de Cristo”.
Sería el primer cese el fuego desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero. Hasta ahora, solo se alcanzaron acuerdos locales, como en abril, cuando se evacuó a los civiles de la acería de Azovstal en Mariúpol, en el sureste del país.
El asesor de la presidencia ucraniana, Mijaílo Podoliak, calificó el anuncio ruso de “hipocresía” e insistió en que las tropas de Moscú debían abandonar el país.
“Rusia debe abandonar los territorios ocupados, solo entonces habrá una ‘tregua temporal’. Guárdense su hipocresía”, escribió en Twitter. Unas horas antes, denunció que el anuncio era un “mero gesto de propaganda”.
¿Turquía como mediador?
En su conversación telefónica con Putin, el presidente turco pidió retomar las negociaciones con Ucrania.
Rusia está dispuesta a un “diálogo serio” con Ucrania, le contestó el líder ruso, pero a condición de que Kiev acepte “las nuevas realidades territoriales” surgidas tras la invasión del país.
Moscú reivindicó en septiembre la anexión de cuatro regiones que ocupa parcialmente en Ucrania, siguiendo el esquema que ya llevó a cabo con la península ucraniana de Crimea en marzo de 2014.
Erdogan, que se ha erigido como un mediador en el conflicto, habló también por teléfono con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
Zelenski se niega a negociar con Rusia mientras Putin esté en el poder e insiste en que el objetivo es recuperar todos los territorios ocupados. Además, la petición de cese el fuego del patriarca Kirill, cercano a Putin, corre el riesgo de tener poco calado en Ucrania, donde su influencia ha ido en declive estos últimos años.
En 2018-2019 se creó una Iglesia independiente de la tutela religiosa rusa. Y en mayo, poco después del inicio de la invasión rusa, la Iglesia ortodoxa ucraniana rompió sus lazos con Moscú.
Los llamados al cese el fuego tienen lugar días después de que un ataque ucraniano en la noche de Año Nuevo causara al menos 89 muertos en la localidad de Makéyevka, en la región anexionada de Donetsk.
El ejército ruso, en un hecho poco común, admitió el trágico balance tras el bombardeo, y fue blanco de duras críticas.
“Dejaremos la ciudad”
En el terreno, los combates siguen haciendo estragos, sobre todo en Bajmut, en el este, que las tropas rusas intentan controlar desde el verano boreal.
Según el balance diario de la presidencia ucraniana, cinco personas murieron y ocho resultaron heridas en las últimas 24 horas.
En Chasiv Var, una localidad situada a menos de 20 km, los habitantes contaron a la AFP que un misil ruso había impactado contra un edificio, hiriendo a un hombre y a una mujer.
La explosión destrozó las ventanas de un edificio colindante y de un hospital y dejó un montón de escombros en el piso.
“Cuando se vuelva muy duro, dejaremos la ciudad”, declaró Olena, una habitante. “Tengo tres perros. Me iría si alguien aceptara llevárselos, pero nadie quiere”, explicó.
Más al sur, en Berislav, una ciudad cerca de Jersón, los bombardeos causaron la muerte de dos personas, según el jefe adjunto de la administración presidencial, Kirilo Timochenko.
Otras dos murieron en otro ataque en la región de Zaporiyia, también en el sur, indicó el gobernador Oleksandr Starukh.