
Estados Unidos (EUA) y la Unión Europea (UE) alcanzaron un acuerdo arancelario este domingo, tras una breve pero crucial reunión entre el presidente Donald Trump y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en un campo de golf de Trump en Escocia.
El pacto se cerró a escasos días de que venciera el plazo que había fijado la Casa Blanca para imponer aranceles punitivos a su principal socio comercial.
“Fue una negociación muy interesante. Creo que será excelente para ambas partes”, afirmó Trump, luego del encuentro privado.
La reunión buscaba evitar una guerra comercial con represalias que habrían afectado gravemente la economía global.
Von der Leyen subrayó que Estados Unidos y la UE tienen el mayor volumen comercial del mundo, y Trump añadió que, por ello, “deberíamos intentarlo“. El mandatario republicano ha insistido durante meses en reducir los déficits comerciales de EUA mediante medidas tarifarias.
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Aunque no se revelaron cifras exactas, Trump mencionó que cualquier pacto debería “reducir” el arancel del 30% previamente planeado. Citó el acuerdo con Japón, que estableció tasas de hasta un 15%, como posible modelo. Sin embargo, al ser cuestionado sobre aceptar una tarifa inferior, Trump fue claro: “No”.
Von der Leyen, que calificó a Trump como un “negociador duro pero justo”, consideró que el acuerdo podría ser el más significativo para ambas partes. Acompañaron a la funcionaria europea figuras clave como Maros Sefcovic, Sabine Weyand y Tomas Baert, todos responsables de la política comercial del bloque europeo.
Mientras tanto, Howard Lutnick, secretario de Comercio de EUA, advirtió que el 1 de agosto entrarían en vigor los aranceles si no había pacto, y que la recolección comenzaría de inmediato. Aun así, subrayó que Trump “siempre está dispuesto a escuchar”.
En caso de no haberse logrado el acuerdo, la UE tenía lista una lista de represalias que incluía productos como carne de res, cerveza, piezas automotrices y aviones. También se habría encarecido la importación a EUA de artículos como queso francés, cuero italiano y electrónica alemana.