Internacional

Aung San Suu Kyi, exlíder de Myanmar, enfrentará 3 años de cárcel por fraude electoral

La exdirigente, símbolo de la democracia y derechos humanos, y Premio Nobel de la Paz en 1991, actualmente enfrenta múltiples acusaciones por varios delitos.

Un tribunal de la Junta militar de Myanmar sentenció a la antigua líder civil Aung San Suu Kyi a una nueva condena de tres años de cárcel por fraude electoral, indicó el viernes una fuente conocedora del caso.

Suu Kyi fue “sentenciada a tres años de encarcelamiento con trabajos forzados”, dijo esta fuente, señalando que la premio Nobel de la Paz de 77 años parecía conservar buena salud.

Acusada de múltiples delitos por la Junta que asumió el poder con el golpe de Estado de febrero de 2021, la dirigente civil se arriesga a décadas de prisión tras un proceso considerado político por la comunidad internacional.

El ejército justificó su golpe asegurando que había descubierto más de 11 millones de irregularidades durante las elecciones legislativas de noviembre de 2020, ganadas holgadamente por la Liga Nacional por la Democracia (LND) de Aung San Suu Kyi.

Los observadores internacionales, en cambio, indicaron que los comicios habían sido “globalmente libres y justos”.

Antes de esta sentencia, la líder depuesta ya acumulaba una condena de 17 años de prisión por una serie de cargos especialmente vinculados con supuesta corrupción.

Aung San Suu Kyi un símbolo en la lucha por los derechos humanos

Aung San Suu Kyi es la hija del general Aung San, quien lideró las revueltas contra el régimen colonialista británico a mitad del siglo pasado. Myanmar declaró su independencia en 1948, seis meses después de que Aung San fuera asesinado.

La madre de Suu Kyi era diplomática y por eso la familia vivió muchos años fuera de Myanmar. Suu Kyi se formó en la India y en Estados Unidos, donde trabajó en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York.

En 1988 regresó a Myanmar para impulsar un movimiento democrático. La junta militar que gobernaba entonces organizó unas elecciones para dar una imagen democrática, pero no contaba con que la Liga Nacional para la Democracia (NLD) de Suu Kyi arrasara en las urnas. Los militares detuvieron a los opositores y anularon los resultados.

Fue el inicio del arresto domiciliario de Suu Kyi, que entre 1989 y 2010 pasó 15 años sin poder salir de su casa. Se convirtió en un símbolo de la democracia y los derechos humanos e incluso recibió el Premio Nobel de la Paz en 1991. Actualmente, encarcelada, enfrenta múltiples acusaciones por varios delitos.

Su proceso, iniciado hace un año, se desarrolla dentro del recinto penitenciario a puerta cerrada. Además, sus abogados tienen prohibido hablar con la prensa y las organizaciones internacionales.

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