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Expectativas de la administración Joe Biden-Kamala Harris

El pasado 20 de enero Joe Biden tomó protesta como el 46º presidente de Estados Unidos. Dicho evento se llevó a cabo en medio de un  complejo contexto debido a las últimas tensiones en el país, aunado a la emergencia sanitaria por Covid-19. Por ello, la ceremonia se llevó a cabo de forma distinta: Trump avisó qie no se presentaría, no asistió la población por atender a las medidas saitarias, y hubo un estricto acompañamiento militar y policial; incluso la DEA y el FBI, contribuyeron a resguardar la ciudad.

La administración de Biden y de la vicepresidenta Kamala Harris se encuentra en el centro de atención de los y las estadounidenses que están a la expectativa de este gobierno. Se advierte un panorama favorable, aunque se auguran complicaciones debido a que el cambio de líderes no implica necesariamente la transformación sustativa en el sistema.

A pesar de ello, Mauricio Forzán, politólogo de la University Georgetown, augura que “[Biden] va a llevar a un mejor puerto a Estados Unidos”.

Balance de la administración de Donald Trump

La puesta principal de la administración de Donald Trump (2017-2020) fue fortalecer los intereses del sector empresarial. Obtuvo un marcado apoyo del sector ultra-conservador, extremista y blanco, quienes impulsaron una política abiertamente antiinmigrante, racista y xenófoba. Además, la era Trump hizo uso de las redes sociales, principalmente Twitter, para legitimar relaciones políticas y diplomáticas: fue el presidente del “pajarito”.

Maurició Forzán menciona a Once Noticias que “la administración liderada por Trump, no solamente perjudicó la imagen internacional de EUA, sino que también se vieron reflejadas malas prácticas antidemocráticas. Perjudicó en demasía la estabilidad.” El politólogo resalta el pésimo manejo de la pandemia y la polarización que causó con su gobierno que fue discriminatorio. Además, advierte, “generó una división social muy marcado como lo hacen los grandes demagogos, lo que perjudicó a la democracia. Con Trump sobresale la ignorancia, la prepotencia y la soberbia, que no aportan nada a la unidad de EUA.”

En las semanas previas al cambio de poder de la presidencia de los Estados Unidos, se dio la toma del Capitolio en Washington DC, evento orquestado por los seguidores de Trump. Al respecto Mauricio Forzan considera que “este ataque con los devotos supremacistas fracturaron la esencia de la democracia estadounidense.” 

Por su parte, Armando Escobar, académico de la ‘University of Nueva York’, considera que lo que pasó en el Capitolio “fue un golpe a la institucionalidad. El atentado contra el recinto, el espacio físico, el espacio del otro poder ejecutivo. Trump instó a la toma, pero Trump se escondió. La toma fue llevada por blancos, supremacistas y conservadores. Fueron payasos.”

Parte de lo que caracterizó la llegada de Trump al poder fue la constante tensión, ya que el sector que le brindó un fuerte apoyo fue el ala de la ultra derecha conservadora; sin embargo, entre la población resaltaba el apoyo de los latinos. Al respecto, Armando comentó a Once Noticias que: “fuera de EUA lo latinex se ve de forma monolítica. Lo que hay son identidades fragmentadas –intereses que se mueven con la identidad propia de vida y de cada país–. En EUA vives en tensión todo el tiempo. Con Trump las tensiones se hicieron evidentes.”

La periodista Alina Duarte consideró que en EUA prevalece un contexto que se intensificó con la administración de Trump:

Hay un EUA sumido en la pobreza, en la desigualdad y que desde antes de la pandemia ya vivía con cuarenta millones de pobres. La administración de Trump se jacta de haber dado trabajo; sin embargo, esto no habla de las desigualdades que durante la pandemia se han visibilizado. Además, las comunidades afro estadounidenses, latinas de origen hispano, han sido las más afectadas por sus políticas migratorias. En el Medio Oriente con el ‘veto musulmán’. También una desigualdad estructural anclada en el racismo propio de la sociedad estadounidense”.

Con respecto a la pandemia, los entrevistados aseguran que con Trump fue un desastre.

Armando Escobar señala que “hubo mal manejo de ella. Además existe una fuerte división entre Estado y Federación. El Estado fue severo y la Nación traía una fiesta.”

Para Mauricio, uno de los efectos de la pandemia fue el impacto de la pérdida de los empleos “generó una psicosis mayor, repercutió en la estabilidad estadounidenses y acrecentó los problemas que ya existían. Con Trump su manejo fue pésimo.”

Expectativas dudosas

El cambio de mandato de la nación estadounidense trae consigo altas expectativas. Empero, persiste el escepticismo y una marcada división social. El escenario que dejó la administración pasada es aterrador: el aumento del desempleo ha derivado en una crisis económica “con riesgos crecientes de inflación y una crisis que empeora desde abajo y que la convierte en una economía zombie”, tal como lo señalan Tom Joyce, Hayley Orr y Stephanie Kendal (2021). Además, sobresale una emergencia social sustentada en el racismo sistémico que prevalece en el país vecino.

Son dos los temas con mayores expectativas: la emergencia sanitaria por Covid-19 y la política migratoria. Con el gobierno trumpista, la pandemia fue llevada con inestabilidad y constante promoción de noticias falsas, negación y confusión. El impacto de tal contexto derivó en que Estados Unidos ocupa el primer lugar con más contagios y muertes en el mundo; hasta el 21 de enero se registraron 410 336 muertes y 24 688 129 casos por Covid-19.

Armando Escobar considera que aún “queda la duda de si la administracion de Biden, será un calca de Obama. Eso sería preocupante, porque Obama fue uno de los presidentes que realizó más deportaciones en la historia del país.” Más adelante considera que “con Trump hubo empoderamiento de ciertas instituciones como el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas, ICE, y va a ser difícil desmontarlas más allá de lo institucional. Yo creo que Trump no se acaba con la llegada de Biden.” Para el académico la preocupación son los intereses del poder.

Paulina Olvera, directora de Espacio Migrante en Tijuana y transfronteriza radicada en California, comenta que “puede haber un cambio para bien. La administración de Trump hizo mucho daño a EUA.” Danny Libicki, fotógrafo estadounidense, afirma que la llegada de Biden es un alivio. Él está convencido de que Biden fue la mejor opción para el pueblo estadounidense, ya que “los demócratas han ganado la mayoría del Congreso así no tienen que manejar la oposición de los republicanos. Cambiará lo de la migración. Habrá más respeto a los derechos humanos, a los migrantes.” Comparte que cuando fue la elección, hubo celebraciones y que fue lo mejor del 2020.

Por su parte, Alina Duarte, coincide con lo expresado por Escobar y mantiene escepticismo con el nuevo gobierno ya que:

Se espera que sea una tercera administración de Barack Obama, [una administración] que estuvo marcada por bombardeos, por llevar tropas a Afganistán e Irak, por cumplir promesas […] de guerra. Fue el gobierno que deportó a más de dos y medio millones de personas. Pensar en una administración Biden-Harris hace pensar mucho en la mayoría de funcionarios que han anunciado, para formar parte de su nueva administración y que vienen con esta tradición de Barack: guerras, deportaciones y una política exterior que no la recuerda, ni América Latina o Medio Oriente, con añoranza.

Armando Escobar considera que hay una preocupación sobre lo que no es visible:

“Los intereses que puede tener el poder, la gente de dinero de EUA. En lo personal, me preocupa el ambiente que queda crispado y la forma en la que se puede alterar la cotidianidad […] se plantea hasta qué punto va a llegar la crespación social. Con Biden se ve difícil una reelección, aunque debería ponerse énfasis en el futuro (progresista), preguntarse para dónde va la izquierda dentro del espectro capitalista de EUA.”

No obstante, mantiene la esperanza de que Biden desmonte las políticas agresivas que estableció Donald Trump. Considera que no va a ser fácil desmontar todo un aparato institucional e ideológico, porque dentro del gobierno hay pugnas, división social e intereses de poder. “Se espera que Biden lo rompa al menos en el discurso”, finaliza el entrevistado.

Finalmente, para Paulina Olvera, a pesar del escenario que se vivió con Trump, es optimista y menciona que la principal expectativa con el gobierno que empieza viene de las personas inmigrantes que están en las ciudades fronterizas mexicanas a la espera de que se abra la frontera, de que se elimine los Protocolos de Protección a Migrantes, MPP, y que se reactiven los procesos de asilo.

El primer día de la administración

A un par de días de tomar protesta en la Casa Blanca, Joe Biden firmó un paquete de 17 órdenes ejecutivas como parte del trabajo de los primeros cien días de su gobierno. Entre ellas resalta el congelamiento de la construcción del muro fronterizo y atención prioritaria, a través del nombramiento de Jeff Zients, para coordinar el tema de la pandemia por Covid-19.

Asimismo, resaltan las órdenes en temas ambientales, como la reincoporación al Acuerdo de París y la cancelación del oleoducto Keystone XL; además, del tema migratorio con la suspensión del ‘veto musulman’, la salvaguarda de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, DACA, y la revisión de los lineamientos para detener a personas indocumentadas. Sólo por mencionar algunas de las medidas.  

 

 

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