En las elecciones generales anticipadas de Portugal, el gobierno de la coalición conservadora Alianza Democrática (AD) tomó como promesa ir contra las personas migrantes, incluso contra aquellas que ya estaban esperando su residencia.
Por ello, a dos semanas de la celebración de las elecciones anticipadas del próximo domingo 18 de mayo, el ministro de la presidencia, António Leitão Amaro, anunció que notificarán a 18 mil inmigrantes, que viven de manera irregular en este país, que estarán obligados a abandonar Portugal en un plazo de 20 días.
Además, el presidente de la Agencia para la Integración, Migraciones y Asilo (AIMA), Pedro Gaspar, adelantó en una comparecencia parlamentaria que tenían previsto emitir 78 mil denegaciones de permisos de regularización de los 446 mil solicitantes pendientes de recibir una respuesta.
A esto se le suma que la Administración portuguesa tiene un retraso en la tramitación de permisos de residencia desde hace varios años.
En junio de 2024, poco después de llegar al poder, el actual gobierno acabó con una medida excepcional que había aprobado el socialista António Costa para permitir la regularización de cualquier inmigrante llegado al país con la simple presentación de una declaración de interés.
Esta norma, vigente desde 2017, convirtió a Portugal en uno de los países más abiertos a la llegada de personas migrantes.
El país cuenta con casi 1.3 millones de extranjeros con residencia legal, que representan el 12% de la población total (10.6 millones de habitantes).