Victoria Salazar, la mujer salvadoreña asesinada bajo custodia de la policía mexicana Tulum y cuya muerte provocó los pedidos de justicia de los presidentes de El Salvador y México, fue sepultada en una sombría ceremonia el domingo 4 de abril.
Unos 50 amigos y familiares de Salazar, muchos con arreglos florales, caminaron por el cementerio La Generosa en la colonial Sonsonate, a 40 millas (65 km) al oeste de la capital, San Salvador, hasta su lugar de descanso final.
“¡Queremos justicia! Esperamos que esto se resuelva porque todos vieron cómo asesinaron a mi hermana. La policía no actuó bien”, dijo a periodistas durante el funeral Carlos Salazar, hermano de la víctima.
La Fiscalía General de Quintana Roo acusó el sábado a una mujer y tres policías que habían detenido a Salazar por feminicidio o el asesinato de una mujer por su género.
Los hechos ocurrieron el pasado sábado 27 de marzo, cuando la víctima fue detenida por los policías y, luego de ser sometida a una fuerza excesiva y desproporcionada, probablemente provocó la muerte de la mujer extranjera”, dijo la Fiscalía.
El Fiscal General de Quintana Roo, Oscar Montes de Oca, dijo a la radio mexicana la semana pasada que la policía estaba respondiendo a una llamada de emergencia para pedir ayuda en una tienda cuando Salazar fue detenido después de ofrecer resistencia.
Una autopsia reveló que le habían roto el cuello. Un video publicado por el sitio de noticias Noticaribe mostró a Salazar retorciéndose y gritando mientras yacía boca abajo en una carretera con una mujer policía arrodillada sobre su espalda mientras tres oficiales hombres estaban a su lado.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador, dijo que Salazar había sido objeto de “trato brutal y asesinado” después de su detención. Su muerte provocó indignación en las redes sociales y los llamamientos del presidente de El Salvador para que se castigara a los agentes.