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Fiscalía investiga si gobierno usó celebración de Independencia en Brasil con fines electorales 

El Ministerio Público Federal brasileño abrió este jueves una investigación sobre una eventual “manifestación político partidaria” de parte del gobierno en la celebración del bicentenario de la Independencia, en un gran acto realizado en Río de Janeiro el miércoles.  

La Fiscalía general averigua si hubo un “desvío de finalidad” de la conmemoración organizada en la icónica playa de Copacabana con decenas de miles de asistentes por parte del presidente Jair Bolsonaro, quien está en plena campaña para buscar su reelección en los comicios de octubre, según un comunicado. 

El tradicional desfile militar que suele realizarse en el centro de la ciudad cambió de lugar a pedido del mandatario ultraderechista. La marcha de los soldados fue esta vez en la playa donde acostumbran a reunirse los seguidores de Bolsonaro, lo que contribuyó a mezclar la fiesta nacional con la manifestación política en su apoyo. 

Antes de la exposición militar, Bolsonaro participó en una caravana de motociclistas por barrios de la zona costera de la ciudad. 

El presidente se defendió este jueves de críticas de opositores que lo acusaron de usar la fecha con fines electorales: “No gasté un centavo, pagué todos mis gastos. Fue una separación clara entre el acto cívico-militar y el de afuera”, señaló en su habitual transmisión en vivo por redes sociales, en alusión a los actos realizados por la mañana en Brasilia y por la tarde en Río de Janeiro. 

Terminado el desfile a la vera del mar, Bolsonaro tomó la palabra y apuntó contra el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, su principal rival político; contra los sondeos; y hasta aludió a su supuesta potencia sexual tras besar a su esposa. 

La Fiscalía destacó en el boletín que en un primer análisis “no fue posible identificar el cuidado necesario y suficiente esfuerzo para diferenciar las celebraciones del bicentenario de la manifestación político partidaria que se realizó en el lugar”. 

Lula dijo en una carta enviada al Senado este jueves que Bolsonaro “secuestró” la celebración de los brasileños, en una tentativa descarada de obtener una ventaja electoral con recursos públicos. 

El líder izquierdista es favorito con 45% de las intenciones de voto, seguido por Bolsonaro, quien concentra el 32%, según la última encuesta de Datafolha. 

Bolsonaro, en polémica por festejos de Bicentenario de la Independencia de Brasil 

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, movilizó este miércoles 7 de septiembre a miles de seguidores y aseguró que la izquierda no volverá al poder, esto en el marco de los festejos del Bicentenario de la Independencia, que la oposición le acusó de usar con fines electorales. 

“No tengo mucha educación, digo palabrotas, pero no soy un ladrón”, dijo en referencia a su principal rival en la elección de octubre, el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, quien estuvo preso en el marco de la operación Lava Jato. 

Bolsonaro habló ante decenas de miles de seguidores que colmaron el paseo marítimo de la icónica playa de Copacabana, en Río de Janeiro, horas después de un discurso similar en Brasilia, donde también fue aplaudido por una multitud reunida para un desfile cívico-militar por el Bicentenario de la Independencia de Brasil. 

El presidente de ultraderecha dijo que en Brasil se libra una “lucha del bien contra el mal” y que la izquierda “no volverá a la escena del crimen”, refiriéndose a los escándalos de corrupción que sacudieron los gobiernos de Lula y Dilma Rousseff entre 2003 y 2016. 

“Este tipo de personas tienen que ser extirpadas de la vida pública”, agregó, criticando también a los gobiernos de izquierda de Argentina, Nicaragua y Venezuela.  

Bolsonaro utilizó la gran concurrencia a los actos en Brasilia, Río y también en Sao Paulo, para cargar contra los sondeos de opinión pública, que lo muestran en desventaja para la elección del 2 de octubre.  

“Aquí no está la mentirosa Datafolha. Aquí está nuestro Datapueblo”, dijo en alusión a la consultora que le atribuye 32% de las intenciones de voto contra 45% a Lula.  

Esta idea tuvo eco entre el público:

“Aquí es posible percibir cuánta gente está realmente apoyándolo. Confío en su victoria, si es que no hay fraude”, dijo Luiz García, un instructor de tiro de 34 años. 

En un tono menos belicoso que el 7 de septiembre del año pasado, cuando aseguró que “sólo Dios” lo sacaría del poder, Bolsonaro bromeó en Brasilia y recomendó a los solteros que se busquen una “princesa”.  

Uso electoral  

Tradicionalmente, el desfile militar en Río se celebra en el centro de la ciudad, pero el jefe de Estado insistió en que este año los soldados marcharan en el lugar donde suelen tener lugar las manifestaciones bolsonaristas, lo que contribuyó a mezclar la fiesta nacional con la manifestación política en su apoyo. 

Antes de la celebración militar en Copacabana, Bolsonaro participó en una caravana de motociclistas por barrios de la zona costera.  

“Bolsonaro claramente utilizó una fecha simbólica para la historia de Brasil de forma electoral”, expresó Adriano Laureno, analista político de la consultora Prospectiva.  

Lejos de intentar agradar a los votantes de centro o indecisos, analistas coinciden en que su discurso apuntó a sus seguidores más fieles, muchos de los cuales levantaron consignas golpistas pidiendo la intervención de las Fuerzas Armadas y el cierre del Supremo Tribunal Federal, al que acusan de “activismo judicial” contra Bolsonaro. 

“El mandatario no hizo ataques tan directos contra las instituciones, las urnas electrónicas o los jueces del Supremo Tribunal Federal (STF), como en 2021, pero estuvo presente y avalando manifestaciones en las que ese era el principal asunto”, afirmó Laureno.   

Agregó que Bolsonaro utiliza a su favor esa dualidad: “autoriza a su base a lanzar los ataques más pesados, mientras él adopta un tono más moderado para no recibir tantas críticas”. 

El STF abrió varias investigaciones contra Bolsonaro, especialmente por difusión de noticias falsas, lo que le ha convertido en uno de los blancos habituales del ultraderechista y sus seguidores más fervientes. 

Para el politólogo Mauricio Santoro, de la Universidad Estatal de Río de Janeiro, los actos de este miércoles “muestran que Bolsonaro mantiene una gran capacidad de movilizar a sus seguidores más fieles, lo cual podría darle pie para cuestionar el resultado de las elecciones”.  

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