Los franceses acuden este domingo a las urnas para la segunda vuelta de elecciones legislativas, en las que el resultado definirá el margen de maniobra para los próximos cinco años del reelegido presidente Emmanuel Macron, frente a una izquierda unida que obtuvo buenos resultados en la primera ronda.
Unos 48 millones de electores franceses están llamados a votar desde las 06:00 horas, pero debido al desfase horario algunos electores de los territorios franceses de ultramar empezaron a votar el sábado.
Entre esos primeros resultados, la secretaria de Estado del Mar, Justine Benin, fue derrotada en Guadalupe por el candidato de izquierda Christian Baptiste, y su permanencia en el Gobierno es incierta.
Según los sondeos, se espera que la abstención para este domingo sea considerable cuando más de uno de cada dos votantes rechazó ir a las urnas el pasado 12 de junio.
Si las votaciones resultan muy reñidas, la distribución exacta de escaños para la Asamblea Nacional -y la definición de si Macron contará o no con mayorías- podría conocerse solo hasta bien entrada la noche.
Los sondeos apuntan a la posibilidad de que Macron pierda su mayoría absoluta por el avance en número de escaños de la extrema derecha y de la izquierda, aliada en la llamada Nueva Unión Popular, Ecológica y Social (Nupes).
La alianza ¡Juntos! de Macron lograría entre 255 y 305 diputados, seguido de la Nupes (140 a 200), el partido de derecha Los Republicanos y sus aliados UDI (50 a 80) y la Agrupación Nacional (RN, ultraderecha) de Marine Le Pen (20 a 50). La mayoría se sitúa en 289, sobre un total de 577 diputados.
En caso de mayoría relativa, Macron tendría que buscar el apoyo de otros grupos políticos para aprobar los proyectos de ley.
La votación de este domingo culmina un largo ciclo electoral en Francia que confirmará una amplia recomposición política del país en torno a tres bloques y en detrimento de partidos tradicionales. Un período que comenzó con la elección de Macron en 2017.
En apenas dos años, los franceses habrán acudido a las urnas un total de cuatro veces, en medio de un escenario tenso por sucesivas crisis, desde la pandemia por COVID-19 hasta la guerra en Ucrania, pasando por el repunte de la inflación y las amenazas a la economía.