Las Fuerzas de Seguridad en Francia detuvieron a 875 personas, en la tercera jornada de disturbios nocturnos por la muerte de Nahel, un estudiante de 17 años, por un disparo de un policía.
Después de ser detenido en un control de tráfico en Nanterre, el joven trató de huir con su coche, pero acabó chocando metros más adelante, cuando recibió un impacto de bala en el tórax.
El policía, de 38 años, fue imputado por homicidio voluntario y posteriormente encarcelado.
El Ministerio del Interior informó de la detención de 875 personas, entre ellas 408 en París y sus suburbios. Hubo daños a 492 edificios, la quema de dos mil vehículos y tres mil 880 incendios en las calles durante la pasada noche.
El regulador del transporte público, IDFM, anunció este 30 de junio la suspensión del servicio hasta nueva orden del servicio público de autobuses y tranvías.
Desde el 27 de junio, las manifestaciones estallaron en las afueras de la capital en contra del abuso policial, del racismo y la muerte del joven.
Policía pide perdón
El pasado 29 de junio, el policía acusado de este hecho pidió perdón a la familia de la víctima. El abogado del policía que disparó, Laurent-Franck Lienard, habló con medios de comunicación y reconoció que su cliente “está devastado”.
Además, pidió perdón a la familia de la víctima, y afirmó que el policía “no se levanta por la mañana para matar gente. No quería matar“.
“En el momento en que lo hizo, lo consideró necesario. Es su decisión y es conforme a la ley”, dijo Laurent-Franck Lienard.
Francia despliega 40 mil agentes para contener disturbios