Este jueves Francia repatrió a 15 mujeres y 40 niños que se hallaban detenidos en campos de prisioneros yihadistas en el noreste de Siria e imputó a tres de las mujeres por “asociación delictiva terrorista”.
“Los menores han sido entregados a los servicios de ayuda a la infancia y serán objeto de un seguimiento médico-social. Los adultos han sido entregados a las autoridades judiciales competentes”, precisó el ministerio francés de Relaciones Exteriores en un comunicado.
Se trata de la mayor operación de repatriación a Francia de este tipo en tres meses. Entre los menores hay 7 huérfanos o niños solos, indicó la Fiscalía Nacional Antiterrorista (Pnat).
Las mujeres, de 19 a 42 años, acudieron voluntariamente a los territorios controlados por los grupos yihadistas en la zona entre Irak y Siria, donde fueron capturadas tras la derrota de la organización Estado Islámico (EI) en 2019.
Algunos de los niños nacieron en aquella zona.
Tres de las mujeres repatriadas, sobre las que pesaba una orden de captura, fueron imputadas por “asociación delictiva terrorista”, así como dos de ellas por “sustracción de menores”, y encarceladas, indicó una fuente judicial.
Unos 300 menores franceses que estuvieron en las zonas de operación de grupos yihadistas ya han regresado a Francia, 77 de ellos repatriados, reveló a principios de octubre el ministro de Justicia, Éric Dupond-Moretti.
Ante el rechazo de la opinión pública, Francia llevó a cabo durante mucho tiempo una repatriación con cuentagotas, pero el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) la condenó en septiembre por no atender de manera adecuada las demandas de los familiares de estas mujeres de nacionalidad francesa.
El Colectivo de Familias Unidas celebró en un comunicado una “excelente noticia, que parece confirmar la renuncia de la política del ‘caso por caso'”, y llamó a las autoridades a “ir hasta el final”.
Irak construye muro en la frontera con Siria contra yihadistas
Irak está construyendo un muro de hormigón en parte de su frontera con Siria para evitar la infiltración de yihadistas del grupo Estado Islámico (EI), informó una fuente militar iraquí y el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).
“Un primer segmento de unos 10 kilómetros y 3.5 metros de altura ha sido erigido en la gobernación de Nínive, en la zona de Sinjar, en el noroeste de Irak”, dijo un alto funcionario iraquí que pidió el anonimato.
Irak, que comparte una frontera de más de 600 kilómetros con Siria, tiene la intención de “poner fin a la infiltración de miembros del Estado Islámico” en su territorio, señaló la fuente.
Se trata de un “primer paso”, según el alto funcionario, que no especifico qué longitud tendrá el muro una vez completado.
Por su parte, el OSDH indicó que esta primera sección se encontraba en la localidad siria de Al Shaddadi, al sur de Hasské.
Fue en Hasaké, una zona en manos de los kurdos, donde los combatientes del EI atacaron en enero la prisión de Ghwayran para liberar a sus miembros encarcelados.
A finales de 2017, Irak proclamó la “victoria” contra el EI, una organización yihadista que tenía en su poder amplias zonas del territorio iraquí desde 2014.
Pero cuatro años después, las fuerzas armadas siguen enfrentándose esporádicamente a las células del EI, sobre todo en las zonas rurales y montañosas situadas entre la periferia norte de Bagdad y la región autónoma del Kurdistán.