Francia se podría convertir en el primer país en proteger explícitamente en su Constitución la “libertad garantizada” de las mujeres a abortar, en una votación histórica vista como un mensaje al mundo tras varios reveses.
Casi medio siglo después de su despenalización en Francia, existe un amplio apoyo social, pero la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos en 2022 de dejar de reconocerlo como un derecho federal activó las alarmas.
“No hay que esperar a que un derecho esté realmente amenazado para protegerlo (…) Es una protección que debemos a las mujeres”, subrayó el ministro de Justicia, Éric Dupond-Moretti.
La ilustre sala del Congreso, según el presidente Emmanuel Macron, acogerá a partir de las 15:30 (hora Francia) la votación, que volverá “irreversible” este derecho.
Este Congreso extraordinario, que reunirá a ambas cámaras del Parlamento conjuntamente, pondrá fin a un largo proceso legislativo, impulsado por la izquierda y el oficialismo, meses después del retroceso estadounidense.
Su inscripción necesita el apoyo de tres quintas partes de los legisladores presentes, pero esta se anuncia favorable. De los 925 diputados y senadores franceses, 760 ya dieron su visto bueno en los votos unicamerales.
“Esperamos transmitir esta energía positiva a las mujeres y feministas en el mundo. El derrumbe del derecho al aborto en Estados Unidos nos impactó, nos devastó”, abundó Anne-Cécile Mailfert, de la Fundación de las Mujeres
Antes de la histórica decisión de Francia, Chile intentó introducir el derecho para las mujeres a una interrupción voluntaria del embarazo en su proyecto de nueva Constitución en 2022, que los chilenos rechazaron en referendo.
En el lado opuesto, algunos países prohíben implícitamente el derecho para las mujeres a una interrupción voluntaria del embarazo en su leyes debido a que tiene blindado el derecho a la vida desde la concepción, como en el caso de República Dominicana, Filipinas, Madagascar, Honduras y El Salvador.