Familias y amigos se reencontraron con abrazos y lágrimas este lunes tras los primeros vuelos de la “burbuja” que permite viajar sin restricciones entre Australia y Nueva Zelanda, luego de casi 400 días de cierre de fronteras por la pandemia de coronavirus.
Las frases “WELCOME WHANAU” (Bienvenida la familia, en maorí), estaban escritos en letras gigantes en un talud de una pista del aeropuerto en Wellington, la capital neozelandesa.
Es un gran día para las familias y sus amigos”, declaró la primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, que se congratuló por la política eficaz contra el coronavirus, en los dos países.
El acuerdo permite que los pasajeros puedan volar entre Australia y Nueva Zelanda sin necesidad de efectuar una cuarentena obligatoria al llegar a su destino.
Para Lorraine Wratt, una neozelandesa bloqueada por la pandemia cuando estaba con su familia en Australia, es “fantástico” poder viajar de nuevo.
Estamos felices de volver a casa, pero vamos a echar mucho de menos a nuestra familia (en Australia)”, aseguró.
“Llegamos a Australia para pasar Navidad con nuestros hijos… Habíamos previsto regresar en febrero, pero fue una pesadilla”.
Antes de la pandemia, los australianos representaban el 40% de los turistas extranjeros que visitaban Nueva Zelanda, unos 1.5 millones de llegadas en 2019.
A su vez, cientos de miles de neozelandeses expatriados viven en Australia y, antes del coronavirus, muchos tomaban un vuelo regularmente para regresar al archipiélago. El trayecto dura tres horas.