Se ordenó a personas en partes del noroeste de Sídney que abandonaran sus casas en medio de la noche mientras las fuertes lluvias continúan azotando la costa este de Australia con aguas en rápido movimiento que causaron una destrucción generalizada en toda la región.
Se implementaron advertencias de evacuación y riesgo de inundaciones en aproximadamente 12 áreas en Nueva Gales del Sur (NSW), el estado más poblado de Australia con 8 millones de personas, con ríos crecidos y acumulación de lluvia que representan un peligro.
“No es sólo la lluvia lo que está causando la devastación”, dijo Jonathan How, meteorólogo principal de la Oficina de Meteorología, a la emisora estatal ABC News. “Son vientos fuertes también”.
How agregó que el fuerte aguacero continuará durante el resto del domingo en Sídney y en todo el estado, y se espera que algunas áreas reciban hasta 200 milímetros (7.9 pulgadas) de lluvia.
Los servicios de emergencia dijeron que habían recibido alrededor de 600 llamadas durante la noche pidiendo ayuda; más de 60 de ellos fueron peticiones de rescate de las inundaciones.
Imágenes de televisión y redes sociales mostraban agua en rápido movimiento que desataba casas, envolvía carreteras, rompía árboles y dañaba la infraestructura vial.
El clima extremo está afectando la entrega de la vacuna COVID-19 de Australia a Sídney y en todo el estado e interrumpiendo los planes del país de administrar las primeras dosis de la vacuna a casi 6 millones de personas durante las próximas semanas.
La primer ministra de Nueva Gales del Sur, Gladys Berejiklian, quien se espera que celebre una sesión informativa más tarde el domingo, dijo que el sistema meteorológico que se mueve a través del estado podría ser un evento de lluvia de uno en 25 años.
Este será un evento meteorológico extremo y profundamente arraigado”, dijo este sábado.
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