Un alto cargo saudita defendió este viernes la manera en que el reino del Golfo gestionó el hach, después de que varios países notificaran más de mil 100 muertes durante la peregrinación a La Meca, en su mayoría atribuidas a las altas temperaturas.
“El Estado (saudita) no falló, pero hubo un error de juicio por parte de las personas que no evaluaron los riesgos”, aseguró el funcionario a la agencia AFP, en la primera reacción oficial al drama.
Un informe de la agencia AFP elaborado el viernes con declaraciones oficiales y reportes diplomáticos estimó el balance de muertes en mil 119 personas, la mitad de ellas egipcias.
El funcionario saudita afirmó que las autoridades confirmaron 577 muertes durante los dos días más importantes del hach: el sábado, cuando los peregrinos se reunieron durante horas para rezar en el Monte Arafat, y el domingo, cuando participaron en Mina en la lapidación de las estelas que representan a Satanás.
“Esto ocurrió en medio de condiciones meteorológicas difíciles y con una temperatura muy elevada”, aseguró el funcionario.
La misma fuente reconoció que la cifra de 577 muertes es parcial y no abarca todo el periodo del hach, que concluyó oficialmente el miércoles.
El hach es uno de los cinco pilares del islam y todo musulmán que tenga los medios necesarios debe hacerlo al menos una vez en su vida.
Este año, el hach atrajo alrededor de 1.8 millones de peregrinos, de los que 1.6 millones procedían del extranjero, según las autoridades sauditas.
Con motivo de la peregrinación, el reino distribuye cada año visados por país en base a un sistema de cuotas.
Incluso para quienes pueden obtenerlos, los elevados costes hacen más atractiva la vía irregular, que cuesta miles de dólares menos.
“Podemos estimar el número de peregrinos no registrados en unos 400 mil. Casi todos de una nacionalidad”, declaró el funcionario saudita.
Diplomáticos árabes afirmaron a principios de semana a la agencia AFP que Egipto había contabilizado 658 muertos, 630 de ellos peregrinos no registrados.