La familia y los amigos de Tyre Nichols rendirán sus últimos respetos al padre afroamericano de 29 años cuyo fatal encuentro con la policía de Memphis el mes pasado lo transformó en la nueva cara de Estados Unidos y un movimiento de justicia racial.
El reverendo Al Sharpton elogiará a Nichols y otro destacado líder de los derechos civiles, el abogado Ben Crump, hará un “llamado a la acción” durante un funeral en la iglesia cristiana Mississippi Boulevard en la ciudad adoptiva de Nichols, Memphis.
Entre los que planeaban unirse a los dolientes estaba la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, a quien Crump dijo que invitó la familia Nichols.
“Harris habló con la madre de Nichols, RowVaughn Wells, en una llamada telefónica privada el martes”, comentó.
Los familiares de Breonna Taylor y George Floyd, otros dos afroamericanos cuyas muertes en 2020 fue a manos de la policía en Louisville, Kentucky y Minneapolis, y que se convirtieron en gritos de guerra para el movimiento Black Lives Matter, también fueron invitados a asistir.
Nichols, un trabajador de FedEx que andaba en patineta y estudiaba fotografía, murió el pasado 10 de enero mientras estaba hospitalizado por las heridas que sufrió tres días antes cuando la policía de Memphis lo golpeó cuando se dirigía a su casa, un incidente que Crump calificó de “linchamiento policial”.
Policías involucrados despedidos
Posteriormente, ante los hechos, el Departamento de Policía de Memphis despidió a cinco de los oficiales, que también son de color, y los fiscales los acusaron la semana pasada de asesinato en segundo grado, asalto, secuestro, mala conducta oficial y opresión.
Otros dos oficiales implicados en los eventos que llevaron a la muerte de Nichols han sido relevados de sus funciones, efectivamente suspendidos, y están bajo investigación.
Asimismo, dos paramédicos y su supervisor en la escena fueron despedidos el lunes del Departamento de Bomberos de la ciudad, mientras que dos ayudantes del alguacil del condado de Shelby fueron suspendidos.
El video policial de la confrontación publicado por la ciudad el viernes pasado mostró a los oficiales rociando a Nichols con gas pimienta y golpeándolo con puñetazos, patadas y golpes de bastón mientras gritaba por su madre.
Además, se ve a un oficial disparando una pistola eléctrica Taser a Nichols cuando intentaba huir.
La jefa de Policía, Cerelyn Davis, calificó la conducta que se ve en el video como “inhumana” y dijo que los investigadores no han comprobado que Nichols condujera de manera imprudente cuando lo detuvieron, como afirmaron los oficiales que lo arrestaron en ese momento.
Por su parte, los defensores de los derechos civiles y los abogados de la familia de Nichols han condenado la golpiza como el último caso de un afroamericano brutalizado por un sistema policial con prejuicios raciales que ataca desproporcionadamente a las personas de color, incluso cuando los agentes involucrados no son blancos.
Manifestaciones
Así, las protestas derivadas de la muerte de Nichols han sido pacíficas y relativamente restringidas en Memphis, una ciudad de mayoría de personas de color, a orillas del Río Mississippi cuya historia racial quedó indeleblemente marcada por el asesinato en 1968 del reverendo Martin Luther King Jr. durante su visita allí para apoyar una Huelga local de trabajadores de la basura.
Crump inicialmente elogió a las autoridades locales y de la ciudad por la rápida acción en la investigación de la golpiza de Nichols y la presentación de cargos penales, pero en los últimos días sugirió que la policía no había sido tan sincera con la madre de Nichols.
Nichols, quien creció en Sacramento, California, y se mudó a Memphis a principios de la pandemia de COVID-19 en 2020, fue recordado por amigos y familiares como un tipo afable y de espíritu libre al que le encantaba andar en patineta y recientemente se inscribió en una clase de fotografía.