“Es un hito histórico que tengamos un presidente magallánico y que sea el más joven es un orgullo”, dijo César Montiel a AFPP, un jubilado de 70 años que se acercó a las vallas dispuestas en torno a la casona y que, como Boric, es de Punta Arenas, ciudad ubicada más de 3.000 km al sur de Santiago.
En cuanto al ambiente que se vive, hay bocinazos y mensajes a favor o en contra de Piñera y Boric se lanzaban desde los autos, así como de los transeúntes que pasaban frente al Palacio de La Moneda, donde en la noche Boric cerrará su jornada de investidura con un mensaje al país desde un balcón.
La esperanza del bienestar
Boric pretende iniciar un camino hacia un Estado de bienestar para cumplir su palabra de convertir a Chile.
El izquierdista asume con una crisis de credibilidad en la política, un recorte del gasto público de 22.5%, una estimada desaceleración de la economía para este año, una gran migración irregular y un conflicto histórico de tierras no resuelto entre el Estado y el pueblo Mapuche.
El nuevo gobierno tendrá que dar respuesta a las demandas sociales por mejor salud, educación y jubilación, y reducir la desigualdad social, exigencias surgidas en el estallido social de octubre de 2019 que sacudió a un país.
“Boric ha prometido diálogo para superar estos problemas y hay que ver si esta predisposición al diálogo se traduce en que la ciudadanía no se agote otra vez esperando soluciones”, explicó Rodrigo Espinoza a la AFP, académico de la Universidad Diego Portales.
Otro reto será aunar apoyos para la parte final del proceso constituyente que este año debe convocar un plebiscito para aprobar o rechazar una nueva Constitución para reemplazar a la heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
El joven mandatario que prometió un gobierno feminista designó en 14 de los 24 ministerios a mujeres de las más variadas profesiones, perfiles y edades, con un promedio de edad de 42 años, marcando un cambio generacional en la política.
Boric además convocó a dos exlíderes estudiantiles con los que marchó en 2011 por una educación gratuita y de calidad y con quienes compartió una curul en el Congreso: Camila Vallejos su próxima vocera de Gobierno, y Giorgio Jackson el ministro a cargo de las relaciones con el Congreso.