InternacionalTendencias

Generación Z exige fin de la corrupción y la desigualdad

Las manifestaciones continúan en varias partes del mundo, donde las y los jóvenes no dejan de exigir sus derechos.

Desde Nepal hasta Perú, pasando por Madagascar, la Generación Z ha inundado calles del mundo para exigir más derechos para la población y rechazar la corrupción y la desigualdad.

El sentimiento es el mismo, y también una de sus consecuencias: la unidad de la población independientemente de la edad.

En Perú, las y los jóvenes que vivieron casi tres años bajo la administración de Dina Boluarte, quien organizó el golpe de Estado contra Pedro Castillo en 2022, y ahora bajo el gobierno del también repudiado José Jerí, se oponen a la corrupción.

“Un derecho de protesta que es válido y que siguen reprimiendo, en estos momentos siguen reprimiendo. Estamos hartos de la clase política, estamos hartos de que nos quieran ver la cara, porque han puesto a un personaje que es coalición de todos esos partidos que están desde los noventa y que están corruptos”, dijo Verónica Nauto, una de las protestantes.

Las manifestaciones continúan exigiendo una Asamblea Constituyente con una nueva Constitución, para que el pueblo peruano elija realmente a sus gobernantes.

En el nuevo gobierno de José Jerí, la represión permanece y ya ha dejado al menos un joven asesinado por las balas del ejército. 

Cabe recordar que del otro lado del mundo, en Nepal, se prendió la chispa cuando en septiembre se ordenó el cierre de 26 redes sociales por las denuncias de corrupción y ostentación de la clase política.

La respuesta gubernamental fue una represión que dejó 17 muertos y escenas como la salida del primer ministro, K.P. Sharma Oli, en helicóptero.

En otros países, como Madagascar, la población exigió el fin de la desigualdad y la corrupción.

“Denle agua al pueblo, denle electricidad al pueblo. El pueblo está sufriendo demasiado. Ustedes en las altas esferas se aprovechan de su poder. El pueblo está sufriendo demasiado”, reclamó uno de los manifestantes.

Las manifestaciones continúan en el mundo, donde las y los jóvenes no dejan de exigir sus derechos.

Back to top button