Por orden del gobernador de Texas, Greg Abbott, el departamento estatal de salud y la policía conocida como Rangers, investigan tres denuncias de presunto abuso sexual y negligencia médica contra niños migrantes en el Coliseo Freeman en San Antonio.
Abbot pidió a la administración Biden cerrar este centro de recepción de menores no acompañados aseguró que niños que dieron positivo a COVID-19, no fueron separados del resto de los menores.
Por el contrario, Rebeca Clay-Flores, la comisionada del Condado Bexar, donde se ubica la ciudad de San Antonio, aseguró que en sus visitas al centro de detención, vio que los adolescentes enfermos son separados del resto y todos ellos, unos mil 600, tienen tres comidas al día.
El departamento de Salud y Servicios Humanos afirmó que no podía hacer declaraciones sobre este caso en específico, pero que mantiene una política de “tolerancia cero para todas las formas de abuso sexual, acoso sexual y comportamiento sexual inapropiado”.
De acuerdo a medios de prensa, ante la falta de personal para el funcionamiento de los centros de detención, ese departamento, relajó las regulaciones para la selección del personal que contrata como la revisión de huellas dactilares de todos los cuidadores por parte del FBI.
Asimismo, ha recurrido a contratistas privados, Organizaciones Civiles y la Cruz Roja para recibir a los niños menores migrantes, no sólo en centros de detención, sino en un campo petrolero en Midland Texas, bases militares y centros de convenciones acondicionados.