El jefe del gobierno alemán, Olaf Scholz, mantuvo el viernes su primera conversación telefónica con Vladimir Putin en casi dos años, durante la cual pidió al presidente ruso a retirar sus tropas de Ucrania y a negociar con Kiev.
Putin le reafirmó que cualquier acuerdo deberá reflejar las “nuevas realidades territoriales“, según el Kremlin, que calificó este intercambio de “franco y detallado“.
Durante la conversación, Scholz pidió a Rusia que muestre su “voluntad de entablar negociaciones con Ucrania con vistas a una paz justa y duradera” y subrayó “el compromiso inquebrantable de la UE con Ucrania“, según un comunicado del gobierno alemán.
El dirigente alemán también reiteró “la determinación de Alemania de apoyar a Ucrania durante el tiempo que sea necesario en su lucha defensiva contra la agresión rusa“.
Rusia repite regularmente que está abierta a negociaciones de paz, pero con “concesiones” de Kiev, principalmente la cesión de los territorios ucranianos que Moscú se anexionó en 2022 pese a que no los controla totalmente.
Esta fue la primera llamada entre Scholz y Putin desde diciembre de 2022, unos nueves meses después del inicio de la ofensiva rusa en Ucrania.
Tras la conversación, el primer ministro polaco, Donald Tusk, indicó que el dirigente alemán le puso al corriente.
“Me alegró oír que [Scholz] no sólo condenó inequívocamente la agresión rusa, sino que también reiteró la posición polaca: nada sobre Ucrania sin Ucrania”, escribió en X.
Ucrania criticó esta llamada, en la que vio un “intento de apaciguamiento“.
“Las conversaciones con el dictador ruso no aportan por sí solas ningún valor añadido para lograr una paz justa”, declaró el portavoz de la diplomacia ucraniana, Gueorgui Tiji.
Desde que comenzó la invasión rusa, Alemania –socio energético histórico de Rusia– ha sido el segundo mayor proveedor de ayuda militar a Kiev, después de Estados Unidos.
Sin embargo, en los últimos meses Scholz se negó, a pesar de las reiteradas peticiones del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, a suministrar misiles de largo alcance Taurus a Kiev por temor a una escalada con Moscú y rechazó la solicitud de Ucrania de integrarse a la OTAN.
Estas tensiones, exacerbadas por las dificultades de Ucrania en el frente ante el avance del ejército ruso en el este, se producen en un contexto geopolítico mundial incierto desde la elección de Donald Trump a la Casa Blanca.
El presidente electo prometió en los últimos meses que podría resolver el conflicto ucraniano “en veinticuatro horas“, sin detallar su plan. Su victoria hace temer a los ucranianos que el apoyo estadounidense desaparezca.