La justicia británica juzgó “ilegal” la construcción de un nuevo túnel viario cerca del sitio prehistórico de Stonehenge clasificado Patrimonio Mundial de la Humanidad, lo que frena el proyecto.
El túnel, de unos 3 kilómetros de largo, tiene como objetivo descongestionar un importante eje viario este-oeste, y tiene un coste de 2 mil 200 millones de dólares.
El proyecto es muy criticado por la denominada Alianza de Stonehenge, que agrupa a varias asociaciones.
Un panel de expertos también se opone al túnel porque considera que podría causar un “perjuicio permanente e irreversible” al sitio arqueológico, pero el gobierno lo aprobó el pasado otoño.
Esa decisión es considerada “ilegal” por el juez David Holgate, que dictaminó que el ministro de Transportes, Grant Shapps, no contempló soluciones alternativas, a pesar de que el estatuto de Patrimonio Mundial le obligaba a ello.
Estamos enormemente felices del resultado de este juicio” explicó el director de Save Stonehenge World Heritage Site (SSWHS), John Adams.
El concesionario Highways England, que pilota el proyecto, se declaró mediante un tuit “extremadamente decepcionado por la decisión” e indicó que iba a esperar a que el ministerio de Transportes “examine sus opciones”.
Construido por etapas entre aproximadamente tres mil y dos mil 300 años antes de Jesucristo, Stonehenge es uno de los monumentos megalíticos más importantes del mundo por su talla y su precisión arquitectural.