El Gobierno de Estados Unidos está por llegar a su límite de endeudamiento de 31.4 billones de dólares este jueves 19 de enero, en medio de un enfrentamiento entre la Cámara de Representantes controlada por los republicanos y los demócratas del presidente Joe Biden, que podría conducir a una crisis fiscal en unos pocos meses.
Los republicanos, con una mayoría recién ganada en la Cámara, pretenden utilizar el techo de deuda federal ordenado por el Congreso para exigir recortes de gastos de Biden y el Senado liderado por los demócratas.
La fecha límite del jueves tendrá poco efecto inmediato, porque los funcionarios del Tesoro están preparados para comenzar a emplear medidas de manejo de efectivo de emergencia para evitar el incumplimiento. Riesgos más serios surgirán más cerca de junio, cuando el gobierno se acerque a la llamada fecha X, más allá de la cual Hacienda se quedaría sin maniobras de emergencia.
Antes de esa fecha límite, no había señales de que ninguna de las partes estuviera dispuesta a ceder.
“Es algo que debería hacerse sin condiciones. No deberíamos estar negociando al respecto. Es el deber básico del Congreso hacer eso”, dijo a los periodistas la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.
En cambio, los republicanos buscan un plan de “priorización de la deuda” que buscaría evitar el incumplimiento instando al Tesoro a priorizar los pagos de la deuda, y posiblemente otras prioridades como la Seguridad Social y Medicare, en caso de que se supere el límite durante las negociaciones. Los republicanos esperan completar la legislación para fines de marzo.
La perspectiva de la política arriesgada ha suscitado preocupaciones en Washington y en Wall Street acerca de una dura lucha por el techo de la deuda este año que podría ser al menos tan perturbadora como la prolongada batalla de 2011, que provocó una rebaja de la calificación crediticia de EE recortes de gastos domésticos y militares.
“No vamos a dejar de pagar la deuda. Tenemos la capacidad de gestionar el servicio y el pago de nuestros intereses. Pero tampoco deberíamos aumentar ciegamente el techo de la deuda”, dijo a Reuters el representante Chip Roy, un destacado conservador.
El Congreso adoptó un techo de deuda integral, el máximo legal de deuda que el gobierno puede emitir, en 1939, con la intención de limitar su crecimiento. La medida no ha tenido ese efecto, ya que, en la práctica, el Congreso ha tratado el proceso de presupuesto anual, decidiendo cuánto dinero gastar, por separado del límite de la deuda, en esencia, acordando cubrir los costos de los gastos previamente aprobados.
No se espera que las negociaciones sobre la priorización de la deuda y el gasto entren en pleno apogeo hasta que los legisladores regresen a Washington la próxima semana.
El plan republicano exige equilibrar el presupuesto federal en 10 años limitando los gastos discrecionales a los niveles de 2022 y utilizando la supervisión de la Cámara para identificar programas federales que pueden eliminarse o reducirse en proyectos de ley de gastos que se espera que surjan del Comité de Asignaciones de la Cámara a finales de este año.
Mientras tanto, los republicanos de la Cámara de Representantes están prometiendo rechazar los amplios proyectos de ley de financiación del gobierno del líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, similares al paquete general bipartidista de 1,66 billones de dólares que el Congreso aprobó a fines del año pasado.