El Departamento de Justicia de Estados Unidos pidió este lunes 10 de abril a un tribunal de apelaciones congelar la sentencia de un juez federal de Texas que suspende el uso de la mifepristona, una píldora con la que se realizan más de la mitad de los abortos del país.
En una presentación judicial, el Departamento de Justicia dijo que “la orden extraordinaria y sin precedentes del tribunal de distrito debe suspenderse a la espera de la apelación”.
El juez Matthew Kacsmaryk anuló el viernes la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de la mifepristona.
“Si entra en vigor, la sentencia de esa corte frustrará el juicio científico de la FDA y perjudicará gravemente a las mujeres”, dijo el Departamento de Justicia en su apelación.
“Este daño se sentiría en todo el país, dado que la mifepristona tiene uso legal en todos los estados”, afirmó.
El Departamento de Justicia pidió al Tribunal de Apelación del Quinto Circuito de Estados Unidos que suspenda la orden del juez Kacsmaryk a la espera de una apelación completa.
El presidente de Estados Unidos, el demócrata Joe Biden, se comprometió la semana pasada a luchar contra el fallo que suspende el uso de la mifepristona y lo calificó como “un paso sin precedentes para quitarles las libertades básicas a las mujeres y poner en riesgo su salud”.
“Es el próximo gran paso hacia la prohibición nacional del aborto que los representantes electos republicanos han prometido convertir en ley en Estados Unidos”, dijo Biden.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, condenó el fallo el lunes como un “ataque a la autoridad de la FDA” y advirtió que podría “abrir las compuertas para que otros medicamentos sean señalados y negados a las personas que los necesitan”.
Poco después de que el juez de Texas emitiera su decisión, un juez del estado de Washington dictaminó en un caso distinto que se debe preservar el acceso a la mifepristona.
El juez de distrito Thomas Rice sentenció que la mifepristona es “segura y legal” y que la FDA debe preservar su acceso en más de una docena de estados.
El duelo de opiniones legales, junto con las apelaciones, significa que es casi seguro que el asunto acabe ante la Corte Suprema.
El año pasado, el tribunal, dominado por los conservadores, anuló la histórica sentencia Roe v. Wade, que había consagrado el derecho de la mujer al aborto durante medio siglo.
La mifepristona es uno de los componentes de un régimen de dos fármacos que se puede utilizar en Estados Unidos durante las 10 primeras semanas de embarazo.
La FDA calcula que 5.6 millones de estadounidenses lo han utilizado para interrumpir embarazos desde su aprobación.
“No cederemos ante los extremistas”
Mientras la cuestión se dirimía en los tribunales, los gobernadores de los estados en los que el aborto sigue siendo legal tras la sentencia de la Corte Suprema del año pasado tomaron medidas para proteger el acceso al aborto farmacológico.
El gobernador de California, Gavin Newsom, anunció que su estado ha asegurado una reserva de emergencia de hasta dos millones de píldoras de misoprostol, que se utiliza en combinación con la mifepristona, pero que también puede utilizarse por sí solo para inducir un aborto.
“No cederemos ante los extremistas que intentan prohibir estos servicios de aborto fundamentales”, dijo Newsom. “El aborto farmacológico sigue siendo legal en California”.
En Massachusetts, la gobernadora Maura Healey anunció que el estado del noreste había adquirido 15 mil dosis de mifepristona, una reserva suficiente para un año.
Más de 250 ejecutivos de las principales compañías farmacéuticas y biotecnológicas, entre ellos el presidente ejecutivo de Pfizer, Albert Bourla, y altos cargos de Novartis, Biogen y Merck, firmaron una carta advirtiendo que un fallo de un juez sin “formación científica” socava la autoridad de aprobación de medicamentos de la FDA y “crea incertidumbre para toda la industria biofarmacéutica”.
La orden del juez Kacsmaryk se produjo después de que una coalición de grupos antiaborto presentara una demanda para congelar la distribución nacional de mifepristona.
Kacsmaryk, en su fallo, se refirió a los proveedores de servicios de interrupción del embarazo como “abortistas” y dijo que el fármaco se usaba para “matar al ser humano por nacer”.
El juez dijo que el régimen de dos medicamentos resultó en “miles de eventos adversos sufridos por mujeres y niñas”, incluido sangrado intenso y trauma psicológico.
Pero la FDA, los investigadores y el fabricante de medicamentos señalan que décadas de experiencia han demostrado que el medicamento es seguro y efectivo cuando se usa según lo indicado.
La FDA había aprobado el uso del medicamento hace 23 años.