En el Senado de Estados Unidos fracasó una propuesta de los demócratas para invocar la resolución de poderes de guerra, una ley que limita las facultades del presidente para declarar un conflicto bélico con otros países.
De esta manera, el gobierno de Donald Trump podrá mantener su despliegue militar en el Mar Caribe, frente a las costas de Venezuela, donde ha atacado cinco lanchas civiles matando a más de 20 personas, bajo acusaciones no comprobadas de que transportaban droga y se dirigían a su territorio.
En Venezuela, las fuerzas armadas extendieron los ejercicios militares en todo el país, en previsión de un eventual ataque militar de Estados Unidos.
“Ha llegado el momento en que el imperialismo norteamericano ha llegado a amenazarnos militarmente y nosotros. No somos indiferentes a esa amenaza, todo lo contrario”, apuntó Vladimir Padrino, ministro de Defensa de Venezuela.
La semana pasada, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, confirmó que dirigió personalmente un ataque letal contra una lancha frente a costas de Venezuela, lo que dejó como saldo cuatro personas muertas.
A través de sus redes sociales, el jefe del Pentágono dijo que esta acción se realizó siguiendo las órdenes del presidente Donald Trump, y que ningún miembro de las fuerzas estadounidenses resultó herido.