El gobierno ruso calificó de
provocaciones militares de
Estados Unidos y sus aliados, las reiteradas acusaciones de que prepara una invasión a
Ucrania, por lo que consideró que no
disminuye la tensión y puede desestabilizar la situación.
Esto ocurrió un día después de que el presidente,
Joe Biden, advirtió que sería “un desastre” para Rusia si decide ingresar a territorio ucraniano.
“El propósito de la campaña es ocultar sus propias provocaciones que preparan que incluyen acciones de carácter militar. Esto puede traer consecuencias más trágicas para la seguridad regional y mundial”, dijo la vocera del gobierno ruso, María Zajárova.
Sin embargo, Biden reiteró su advertencia.
“He sido absolutamente claro con el presidente Putin, no hay malentendido. Si alguna unidad rusa se desplaza a través de la frontera ucraniana, eso es una invasión; y se encontrará con una respuesta económica severa y coordinada que he discutido en detalle con nuestros aliados y que he expuesto muy claramente al presidente Putin”, agregó el presidente de Estados Unidos.
Fotografías satelitales muestran a soldados y maquinaria rusa en 4 diferentes puntos de la frontera ucraniana. En Berlín, el secretario de estado norteamericano, Antony Blinken, se reunió con sus aliados de Alemania, Reino Unido, y Francia. Aseguró que la invasión de territorio ucraniano, rebasaría un conflicto regional, porque se regresaría a la guerra fría.
“Enviaría un mensaje a otros en todo el mundo de que estos principios son prescindibles y que también tendría resultados catastróficos”, dijo el secretario de estado, Antony Blinken.
El presidente ucraniano apuesta al diálogo.
“Estamos preparados para la guerra, pero hacemos todo lo posible para una solución diplomática”, añadió el presidente de Ucrania, Volodómir Zelensky.
Blinken se reunirá con el canciller ruso, Serguéi Lavrov, este viernes en Ginebra, Suiza, para discutir la situación.
