El gran jurado especial en Atlanta que ha estado investigando si el expresidente Donald Trump y sus aliados cometieron algún delito mientras intentaban anular su derrota en las elecciones de 2020 en Georgia, terminó su trabajo, acercando el caso a posibles cargos penales contra Trump y otros.
Este lunes, el juez de la Corte Superior del condado de Fulton, Robert McBurney, que supervisaba el panel, emitió una orden de dos páginas para disolver el gran jurado especial.
La larga investigación ha sido una de varias en todo el país que amenazan con poner en peligro legal a Trump, mientras monta una tercera candidatura a la Casa Blanca.
La decisión de buscar una acusación de un gran jurado regular dependerá de la fiscal de distrito del condado de Fulton, Fani Willis. El portavoz de Willis, Jeff DiSantis, dijo que la oficina no tenía comentarios sobre la finalización del trabajo del panel.
McBurney escribió en su orden que el gran jurado especial recomendó que su informe se hiciera público.
Una audiencia se llevará a cabo el próximo 24 de enero para determinar si se debe publicar todo o parte del informe y dijo que la oficina del fiscal de distrito y los medios de comunicación tendrán la oportunidad de presentar argumentos en esa audiencia.
Desde junio, el gran jurado especial ha escuchado el testimonio de docenas de testigos, incluidos numerosos colaboradores cercanos de Trump, como el exalcalde de Nueva York y abogado de Trump, Rudy Giuliani, y el senador Lindsey Graham de Carolina del Sur.
Varios funcionarios de alto rango de Georgia también han testificado, entre ellos, el gobernador Brian Kemp y el secretario de Estado, Brad Raffensperger .
Conspiración de varias partes
El mes pasado, el comité de la Cámara que investigó la insurrección del 6 de enero de 2021 afirmó en su informe final que Trump se involucró criminalmente en una “conspiración de varias partes” para anular los resultados legales de las elecciones presidenciales de 2020 y no actuó para detener a sus partidarios. de atacar el Capitolio.
El informe concluyó una investigación extraordinaria de 18 meses sobre el expresidente y el ataque violento.
Los grandes jurados especiales en Georgia no pueden emitir acusaciones, sino que pueden emitir un informe final recomendando las acciones a tomar.
Willis abrió la investigación a principios de 2021, poco después de que apareciera una grabación de una llamada telefónica del 2 de enero de 2021 entre Trump y Raffensperger. Durante esa llamada, el presidente sugirió que el principal funcionario electoral del estado podría “encontrar” los votos necesarios para anular su derrota en el estado.
“Solo quiero encontrar 11 mil 780 votos, que es uno más de los que tenemos. Porque ganamos el estado”, había dicho Trump.
Desde entonces, ha quedado claro que Willis se ha centrado en varias áreas diferentes: llamadas telefónicas realizadas a funcionarios de Georgia por Trump y sus aliados; declaraciones falsas hechas por asociados de Trump ante los comités legislativos de Georgia; un panel de 16 republicanos que firmaron un certificado que afirmaba falsamente que Trump había ganado el estado y que eran los electores debidamente elegidos y calificados del estado; la abrupta renuncia del fiscal federal en Atlanta en enero de 2021; presuntos intentos de presionar a un trabajador electoral del condado de Fulton, e infracciones de equipos electorales en un condado rural del sur de Georgia.
En agosto, Los abogados de Giuliani dijeron que los fiscales les dijeron que posiblemente podría enfrentar cargos criminales en el caso.
A los 16 falsos electores republicanos también se les ha dicho que son objeto de la investigación, según documentos judiciales públicos. Es posible que otros también hayan sido notificados que son objeto de la investigación.
Elecciones sujetas a posibles interrupciones criminales
Trump y sus aliados han negado constantemente haber actuado mal y el expresidente describió repetidamente su llamada con Raffensperger como “perfecta” y descartó la investigación de Willis como una “cacería de brujas estrictamente política”.
Willis tomó la medida inusual en enero de 2022 de solicitar que se sentara un gran jurado especial para ayudar en la investigación.
Señaló que un gran jurado especial tendría poder de citación que ayudaría a obtener el testimonio de personas que de otro modo no estarían dispuestas a participar en la investigación.
En una carta en la que le pedía a la Corte que nombrara al gran jurado especial, Willis escribió que su oficina había recibido información que indicaba una “probabilidad razonable” de que las elecciones de Georgia de 2020, incluida la carrera presidencial, estuvieran sujetas a posibles interrupciones criminales. Su solicitud fue concedida y el gran jurado especial se sentó en mayo.