El parlamento griego aprobó una ley con la que, a partir de ahora y durante tres meses, se prohibirá que las personas migrantes soliciten la figura de asilo.
De acuerdo con el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, de posición conservadora, la medida se debe a que en los últimos años Grecia se ha convertido en la puerta de entrada a Europa de migrantes que llegan desde el norte de África, Medio Oriente y Asia.
A partir de ahora, se desmantelarán los refugios temporales que se colocaron, para recibir a la población que busca ingresar a la Unión Europea, debido a la pobreza y la violencia que viven en sus países de origen. La ley establece la detención de los migrantes, a quienes se les podrá deportar a sus países de origen.
Por su parte, Syriza, el partido de izquierda que encabeza la oposición en Grecia, ha denunciado que la ley es inconstitucional y violatoria de la Convención de Ginebra y la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, legislaciones que establecen el derecho de las personas a solicitar asilo.
La Comisión Europea, sin embargo, ha mostrado su acuerdo con esta legislación que, según Mitsotakis, será únicamente provisional.