En un inicio se informó que la Guardia Costera de Estados Unidos había dejado de considerar a la esvástica nazi, el nudo de soga y a la bandera confederada como símbolos de odio.
Esa dependencia, a cargo del Departamento de Seguridad Nacional, argumentó que eran muestra de división entre su personal.
En Estados Unidos una soga anudada sigue siendo un poderoso símbolo de violencia racial y odio, cargado de la amenaza histórica que representa para los afroamericanos.
Sin embargo, horas después el comandante de la Guardia Costera estadounidense, el almirante Kevin Lunday, declaró “categóricamente falso” que la esvástica y la soga vayan a dejar de ser clasificados como símbolos de odio.
Y para corroborar esta información, se publicó un nuevo anexo en la página de la Defensa, en el que declara que “la soga, una esvástica y cualquier símbolo o bandera apropiado o adoptado por grupos que promueven el odio como representación de supremacía, intolerancia racial o religiosa, antisemitismo o cualquier otro prejuicio inapropiado”, serán considerados como tal.
Estas medidas se enmarca en otras de la administración de Donald Trump, que ha buscado revisar políticas sobre acoso, novatadas y extremismo dentro de las fuerzas armadas.
En Estados Unidos sigue la prohibición para desplegar la bandera confederada de los 13 estados del sur que en el siglo XIX intentaron separarse de la Unión Americana.
Bajo la administración Trump esta norma se ha flexibilizado y sigue siendo utilizada por grupos supremacistas blancos.