Cerca de 500 mil personas murieron en diez años de guerra en Siria, anunció este martes el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), en un nuevo balance que incluye a más de 100 mil víctimas cuyo deceso ha podido ser confirmado por la ONG.
La inmensa mayoría de los fallecidos que la organización ha podido confirmar se produjeron entre “finales de 2012 y finales de 2015”, dijo a la AFP el director del OSDH, Rami Abdel Rahman. Según la organización, desde 2011, la guerra ha provocado exactamente 494 mil 438 muertos.
El origen del conflicto
Lo que comenzó el 15 de marzo de 2011 como una manifestación a favor de la democracia en la ciudad de Deraa, en el sur del país, inspirada por los levantamientos en países vecinos en el marco de la Primavera Árabe, se convirtió en una “Pesadilla Viviente”.
Cuando el gobierno sirio utilizó la fuerza para aplastar a la disidencia en Deraa, estallaron protestas en todo el país exigiendo la renuncia del presidente Bashar al Asad.
A medida que se intensificaban las manifestaciones también lo hizo la represión. La violencia se intensificó rápidamente. Los partidarios de la oposición tomaron las armas y el país se sumió en una guerra civil.
Surgieron cientos de grupos rebeldes y no pasó mucho tiempo para que el conflicto se convirtiera en más que una batalla entre sirios a favor o en contra del presidente.
Las potencias extranjeras comenzaron a tomar partido, enviando dinero, armamento y combatientes, y para aumentar el caos, organizaciones yihadistas extremistas con sus propios objetivos, como Estado Islámico (EI) y al Qaeda, se involucraron.
Diez años después no se atisba el fin de este conflicto, que ha sumido a la población siria en una situación límite.