El presidente de Colombia, Gustavo Petro, envió al Congreso uno de sus proyectos más ambiciosos, el cual es una reforma fiscal para la igualdad y la justicia social.
El propósito es recaudar más de 270 mil millones de dólares en 2023, que serán destinados en su mayoría para el gasto social.
“Con tres objetivos sociales específicos, que son: erradicar el hambre, reducir la pobreza y desmontar los tratamientos tributarios preferenciales, que acuerdo con nuestros análisis, benefician a los más pudientes”, explicó el ministro de Hacienda y Crédito Público de Colombia, José Antonio Ocampo.
Asimismo, Petro indicó que las y los contribuyentes que más tienen tendrán que pagar más impuestos; limitar los beneficios tributarios a las empresas y mantener la lucha contra la evasión. Todo estos son los pasos para lograr el objetivo de su proyecto.
En ese sentido, el ministro de Hacienda detalló que la carga positiva recaerá sobre las personas que gana más de 10 millones de pesos colombianos mensuales, es decir, 48 mil 300 pesos mexicanos.
La ley tiene como objetivo aumentar los ingresos fiscales de 2023 en el equivalente al 1.7% del Producto Interno Bruto (PIB). Durante la campaña, Petro había pedido aumentos de impuestos equivalentes a alrededor del cinco por ciento del PIB, por lo que los primeros aumentos de impuestos tienen un alcance relativamente modesto.
Es necesario decir que Petro asumió el cargo con una deuda pública cercana a niveles récord, lo que le dificultará cumplir las promesas de más gasto en educación y asistencia social. Los ingresos fiscales de Colombia representan alrededor del 19% del PIB, los más bajos entre los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos después de México.
Asimismo, este proyecto propone novedosas opciones a la administración tributaria para controlar de manera más eficaz la evasión en Colombia.
“El mayor aumento es solamente es para unas 34 mil personas, o sea realmente son 34 mil ultra privilegiados en el sistema tributario colombiano”, enfatizó Antonio Ocampo.
Además, dijo que habrá nuevos tributos al patrimonio de las personas, a las utilidades por la venta de acciones de empresas en la bolsa, a las herencias y ganancias ocasionales, como los premios de la Lotería.
La nueva carga, comentó, incluye algunas exportaciones en el petróleo de 4.6%, el carbón 7.6% y el oro 7.8%. Para reducir la producción y uso de plásticos también se gravará la importación de productos para envasar y empacar una sola vez.
Nuevo presidente de izquierda
Gustavo Petro asumió el domingo como el primer presidente de izquierda en la historia de Colombia, ante miles de personas que apoyaron su plan para transformar un país inequitativo y acosado por la crisis económica y la violencia del narcotráfico.
El exsenador y exguerrillero de 62 años fue investido por el jefe del Congreso, Roy Barreras, durante una ceremonia en la Plaza de Bolívar, en el centro de Bogotá, a la que asisten nueve mandatarios y varias delegaciones internacionales.
“Juro a Dios y prometo al pueblo cumplir fielmente la Constitución y las leyes de Colombia”, dijo el nuevo gobernante.
De traje azul y corbata negra, recibió la banda presidencial y tomó juramento a la ambientalista Francia Márquez como la primera vicepresidenta afro de Colombia.
Gustavo Petro, que sucedió en el poder al impopular Iván Duque, gobernará por cuatro años un país de 50 millones de habitantes que, por primera vez, ingresó a la órbita de la izquierda en la región.
El que fuera el líder de la oposición en las últimas dos décadas inició su Gobierno con una batería de reformas en mente y las expectativas a cuestas de la mitad del país que votó por él en el balotaje del 19 de junio.
Colombia se adentra así en un período de cambios, con un izquierdista al mando, un Congreso a su favor y una oposición debilitada tras el declive del exmandatario Álvaro Uribe (2002-2010), el jefe de la derecha.